
“Debo pedir sentidas disculpas a quien pude lastimar por mis dichos”, dijo el mandatario en su audición radial semanal “Habla el Presidente”.
Recordando su juventud en la clandestinidad, cuando integró la guerrilla tupamara en la década de 1960 y 1970, y su origen en “los barrios pobres”, indicó: “No podemos evitar que nuestro hablar corriente, íntimo, entre pocos, nuestro lenguaje por momentos sea reo, áspero”.
“Por muchos años tuvimos que cultivar un decir, un hablar para cuarteles. Había que comunicarse adoptando las formas para sobrevivir. Ese lenguaje está a leguas del discurso público, tiene que ver con las relaciones íntimas, inevitablemente arrastra en sus modismos nuestra propia historieta”, sostuvo el mandatario, de 77 años.
“Reinan entre nosotros los sobrenombres, como rengo, tuerto, mono, etcétera, y también la exageración como contracara. Es un decir entre pocos, casi susurrando”, opinó Mujica, refiriéndose al “lenguaje de resistencia, un lenguaje herramienta, que juega para los íntimos y no puede encajar ni encajará jamás con el discurso público que cultivan naturalmente otros”.
Los dichos de la polémica fueron formulados por Mujica el pasado jueves, cuando el mandatario conversaba con el intendente de Florida, Carlos Enciso, en el inicio de una conferencia de prensa y sin percatarse que los micrófonos ya estaban abiertos y sus afirmaciones se escuchaban en todo el país a través de la transmisión en directo de la Presidencia.
Comentando las relaciones con los países vecinos, Mujica indicó: “esta vieja es peor que el tuerto”, en lo que se atribuyó a una referencia a Cristina Kirchner y su difunto esposo, Néstor Kirchner.
Pocas horas después, el canciller de Argentina, Héctor Timerman, entregó una nota de protesta a Uruguay por considerar “denigrantes” las expresiones de Mujica. El Mandatario dijo al diario La República que enviará una carta a la Mandataria argentina.