
En el acto, la gran mayoría estuvo acompañado de familiares. De manos de sus familiares, en el caso de los natalinos, y de sus instructores, los nortinos, los nuevos soldados conscriptos del Regimiento Lanceros recibieron el armamento que les acompañará en su proceso de instrucción militar.
En ceremonia realizada al mediodía del sábado 13 de abril, en el patio de honor del Regimiento Reforzado Nº 5 “Lanceros”, se desarrolló la tradicional entrega de armas al nuevo contingente que cumple su servicio militar en la guarnición local.
Durante el desarrollo de la emotiva ceremonia las armas fueron bendecidas por el sacerdote Jorge López Herrera y el capellán Héctor Silva Agüero.
Luego se dirigió a los soldados conscriptos y a los familiares asistentes, el comandante de la Guarnición Militar, coronel Carlos Novoa Vergara, quien puntualizó que “las armas son usadas por hombres y quienes, junto con saber operarlas y manipularlas con destreza y seguridad, también deben tener un sentido ético sobre el valor que ello significa. Es decir, ustedes deben saber y valorar que al recibir un arma, reciben también una responsabilidad muy grande. Su fusil corresponde al símbolo de vuestra investidura y da comienzo a su transformación como soldados de nuestro Ejército”.
Luego precisó que las armas sólo pueden usarse para la defensa de la patria y de sus más sagrados intereses y es por ello bueno recordar la frase de Juan Pablo II cuando pidió a Dios Todopoderoso para que guíe los pasos de los soldados y que les proteja siempre.
Sobre Juan Pablo II recordó que el sumo pontífice polaco, dirigiéndose a un grupo de soldados de su país, les dijo: “Los que al servicio de la patria se hallan en el Ejército, considérense instrumentos de la seguridad y de la libertad de los pueblos, pues, desempeñando bien esta función, contribuyen eficazmente a estabilizar la paz”.
Por eso, señaló que hay un sentido ético del servicio a la patria y es lo que a diario se inculca a los soldados, ya que la función del militar está en directo beneficio de un bien superior que es la paz.
“Por conocer el drama de la guerra y sus consecuencias nefastas -agregó- es que somos un Ejército entrenado para mantener y asegurar la paz y ello lo hacemos cumpliendo lo más eficientemente posible nuestras tareas de cooperación y disuasión”.
Dirigiéndose a los familiares, el oficial jefe de la unidad señaló que “la tarea no la podemos hacer solos, por ello es que hoy les solicito su colaboración en la formación de estos jóvenes y así en conjunto, alejarlos de los riesgos sociales tan cercanos a la juventud, tales como la drogadicción, el alcoholismo o el abandono”.
Los soldados conscriptos acuartelados en la unidad local, hace una semana, iniciaron su primera campaña , en un sector cercano al regimiento, donde comenzaron los ejercicios previstos para este tipo de salidas a terreno, en que se desarrollan en forma práctica las instrucciones entregadas al interior del cuartel.