
La decisión fue adoptada luego que el tercer capítulo del libelo acusatorio obtuviera 20 votos a favor y 18 en contra, tras más de 11 horas, en las cuales los 38 senadores justificaron su sufragio.
Los otros dos capítulos de la acusación fueron rechazados. Sin embargo, bastaba que se aprobara uno de los tres para que se destituyera al secretario de Estado.
El único senador de la oposición que votó en contra de los tres capítulos fue Patricio Walker (DC).
El último en argumentar su voto fue el senador independiente, Carlos Bianchi, quien llamó al destituido ministro a “reflexionar” y a “renunciar” antes de la votación.
Ayer los diputados acusadores Fuad Chahín (DC), Manuel Monsalve (PS) y Marco Antonio Nuñez (PPD), además de la defensa del secretario de Estado, conformada por los abogados Enrique Barros y Jorge Bofill, expusieron ante el Senado sus argumentos.
La Cámara de Diputados imputó a Beyer los cargos de “infracción al principio de probidad”, “no ejercer control jerárquico sobre dos dependencias del ministerio: la División de Educación Superior y el Servicio de Información de Educación” y “negativa de fiscalizar el lucro”.
Desde que se anunció la acusación constitucional en contra del destituido titular de Educación, el oficialismo mantuvo un férreo respaldo al ex ministro, quien optó por no renunciar a su cargo y someterse a la votación.
La destitución implica además que Beyer no podrá ejercer cargos públicos por cinco años, tal como ocurrió a la otrora ministra de Educación de Michelle Bachelet, Yasna Provoste, quien ayer terminó de cumplir esa restricción.
Tras su destitución, Harald Beyer aseguró: “Ha primado la peor cara de la política” y que espera ser el último ministro del Mineduc que debe pasar por una acusación de este tipo. Destacó además la gestión del Gobierno en la política y que continuará trabajando por la educación en el país.