Ayer cerca de las 10 horas, la dueña del inmueble siniestrado, Julia Cárcamo, de 69 años, se percató del humo en una de las piezas interiores, las cuales son utilizadas como dormitorios. De inmediato concurrió hasta el almacén ubicado en la esquina de Zenteno con Errázuriz, desde donde solicitó la concurrencia de Bomberos.
La gran columna de humo se podía apreciar desde varios sectores de la ciudad, la que alertaba del voraz incendio que debió ser combatido por tres compañías de Bomberos ( 1ª, 4ª y 8ª), las que trabajaron para evitar que el fuego se propagara a las viviendas colindantes. El teniente Ángel Iglesias, de la Primera Compañía, indicó que los daños fueron totales. “Trabajamos en una vivienda interior, la que era utilizadas como habitaciones, las que se vieron comprometidas completamente en su estructura”, detalló.
Las causas del siniestro están siendo investigadas por el Departamento de Investigación de Incendios de Bomberos. Pero, en primera instancia y según lo declarado por la propietaria, la razón habría sido la caída de una prenda de vestir a un calentador que se encontraba en una de las habitaciones.
“Esos son dormitorios de nosotros, cuando fui a darle desayuno a mi mamá, vi la llamarada, y no pude hacer nada, ni siquiera entrar a sacar algunas cosas. Por suerte no había nadie en ese lugar. Al interior de las piezas teníamos un calentador con un caño, lo que pudo ocasionar el incendio”, señaló Julia Cárcamo.
A raíz de este incendio resultaron damnificadas tres personas: la propietaria del inmueble, de 69 años; su madre de 88 y un nieto de 22.
Carabineros concurrió al lugar adoptando el procedimiento, mientras personal del Sistema de Atención Médica de Urgencia (SAMU) atendió a una nieta de la mujer de 88 años, quien sufrió un desvanecimiento al llegar al lugar. Recibió las primeras atenciones en la enfermería del Regimiento Pudeto, el cual se encuentra frente al domicilio afectado.