
Se puede cocinar al vapor, o en olla a presión, ésta última tarda entre 12 a 15 minutos. De lo contrario, recomendamos ponerla en una cacerola con agua fría y cocinarlas hasta que queden tiernas.
Sabemos que están cocidas cuando al introducir un cuchillo en la papa y levantarla ésta cae. Apenas prontas, retirarlas de la cacerola e ir pelándolas con cuidado para no quemarse, pinchándola con un tenedor y quitándole la cáscara con un cuchillo.
A medida que están peladas se van pisando con el prensapuré o pasándolas por un molinillo. Todo en caliente para poder pisar bien las papas.
Se añade la harina cernida, se va mezclando hasta incorporarla, se agregan los huevos .y sal a gusto. Se vuelca sobre la mesada y se trabaja con las manos solo lo suficiente como para que se una todo bien.
Se toman pequeñas porciones y siempre ayudados con un poco de harina, se hace rodar la masa hasta formar un rollo fino y largo.
Se cortan los ñoquis de dos centímetros y medio de largo y se van acomodando en una mesa enharinada o cubierta con un mantel enharinado.
Luego se toma uno por uno y se pasan, siempre enharinados, por los dientes de un tenedor o por el revés de un rallador, presionando con el pulgar ligeramente. Este detalle es, lo que le da a los ñoquis la forma tan característica y tradicional.
Apoyarlos nuevamente sobre la mesa enharinada mientras ponemos una olla con abundante agua y la llevamos al fuego, tapada.
Cuando el agua comienza a hervir, hay que destaparla y agregar 2 ó 3 cucharadas de sal gruesa y echar de a poco y ayudados por una espumadera grande, los ñoquis.
Se saben que están prontos cuando suben a la superficie.
Retirarlos con la espumadera y servirlos con la salsa elegida o simplemente con aceite y queso.