Las autoridades creen que esas naves, usadas en Afganistán y Pakistán, también podrían ser efectivas para detectar, perseguir y grabar en video a los narcotraficantes en acción. Los narcotraficantes que cruzan el Caribe en lanchas veloces por lo general se deshacen de su carga cuando son descubiertos por la vigilancia aérea, con la esperanza de que cualquier posibilidad de ser procesados se desvanezca con la droga que tratan de hundir en el fondo del mar.
Esa podría ser una táctica menos exitosa en el futuro, en vista de que la Armada estadounidense anunció que comenzará a usar dos nuevas herramientas aéreas, pioneras en el campo de batalla de Afganistán e Irak, que las autoridades creen que podrían ser más efectivas para detectar, perseguir y grabar en video a los narcotraficantes en acción.
Uno de los artefactos exhibidos a bordo del barco Swift de alta velocidad es un aerostato grande y ovalado que puede ser suspendido a una altura de 600 metros (2.000 pies) sobre la nave. La otra herramienta mostrada para pruebas en el Estrecho de Florida es un tipo de aeronave no tripulada conocida como “drone” que puede ser lanzada a mano desde cubierta.
Ambos pueden ser de gran utilidad por el personal de la Armada o del Servicio de Guardacostas para ver qué hay más allá del horizonte, según funcionarios de ambas ramas militares y los contratistas que esperan venderlos al gobierno de Estados Unidos.
Ambos artefactos permitirían a las autoridades detectar y vigilar a las naves sospechosas de trasladar droga por largas distancias y por mucho tiempo, dándoles otra herramienta para detener a los narcotraficantes. Asimismo, permitirán hacer grabaciones en video que pueden usarse en procesos judiciales.
Un “drone” llamado Puma, es una nave no tripulada adaptable a todos los ambientes fabricada por la firma Aerovironment Inc. de Simi Valley, California. El vicealmirante Sinclair Harris, comandante de la Cuarta Flota de la marina estadounidense, dijo que los artefactos son necesarios en medio de recortes presupuestarios, pues el servicio está transitando a naves más pequeñas y rápidas.
El Gobierno estadounidense podría usar ambos artefactos para acciones en altamar, pero Harris y otros funcionarios a bordo del Swift dijeron que ninguno había sido usado antes por la Armada para realizar operaciones antidrogas.
“Poder verlos y observar lo que hacen mucho antes de que les alcancemos nos dará ventaja”, destacó el adjunto Chris Sinclair, a cargo del destacamento a bordo del Swift, una nave privada alquilada por la Armada que patrullará el suroeste del Caribe por un mes, a fin de vigilar las rutas que siguen los narcotraficantes en las costas de Colombia y Honduras.