Evo Morales acusó a la entidad estadounidense para el desarrollo internacional (USAID) de realizar “programas políticos y no sociales”. El Presidente de Bolivia, Evo Morales, expulsó ayer del país a la Agencia estadounidense para el Desarrollo Internacional (USAID), acusándola de conspiración e injerencia en asuntos políticos internos. Washington deploró de inmediato la medida a la que calificó de no tener fundamento.
Hace cinco años, el Gobierno boliviano había expulsado a la agencia antidroga estadounidense DEA y al embajador norteamericano con el mismo argumento. Washington retiró luego en reciprocidad al representante diplomático boliviano y cortó al país las preferencias arancelarias comerciales.
“Hemos decidido expulsar a USAID de Bolivia. Se va USAID de Bolivia”, proclamó Morales en un encendido discurso en la plaza de Armas de La Paz, que alberga los poderes Ejecutivo y Legislativo, en ocasión del Día del Trabajo.
Morales, que lidera el Gobierno desde 2006, acusó a la agencia estadounidense de estar en Bolivia “con fines políticos y no con fines sociales”. “No faltan algunas instituciones de la embajada de Estados Unidos que siguen conspirando contra este proceso, contra el pueblo y en especial contra el Gobierno nacional”, acusó el mandatario.
Por su parte, las reacciones de Washington no se hicieron esperar. El vocero del Departamento de Estado norteamericano, Patick Ventrell, lamentó la medida y rechazó las acusaciones “sin fundamento” sobre la labor de la USAID en Bolivia, que opera desde 1964. “Esta acción es una demostración más de que el gobierno boliviano no está interesado en la visión” de normalizar las relaciones entre ambas naciones, añadió Ventrell durante una conferencia de prensa en Washington.
Tras un largo período de distanciamiento, La Paz y Washington firmaron en 2011 un acuerdo para normalizar las relaciones e intercambiar embajadores, pero por diversas razones la relación volvió a tensarse.
“Con el Gobierno de los Estados Unidos tenemos profundas diferencias de carácter ideológico, cultural, especialmente programático”, señaló Morales en 2012 ante el cuerpo diplomático de su país. “Ojalá con el nuevo acuerdo marco podamos mejorar, (pero) dudo”, remató el Mandatario.
A pesar de que el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, alentó una mejoría de las relaciones con Bolivia, esta volvió a quebrantarse con denuncias de Morales de que Estados Unidos conspiraba contra el Gobierno venezolano de Nicolás Maduro. Además, a principios de abril, Estados Unidos decidió poner fin al apoyo financiero y logístico que brindaba a Bolivia en la lucha contra el narcotráfico, aunque decidió donar al gobierno boliviano ocho helicópteros H-1H, tres aviones de transporte C-130 y una avioneta.
En su alocución de este 1º de Mayo, el mandatario boliviano volvió a criticar fuertemente las recientes declaraciones de Kerry, quien habría afirmado que la región es el patio trasero de su país. “Seguramente (Estados Unidos) pensarán todavía que aquí se puede manipular políticamente, económicamente: eso era en tiempos pasados”, señaló Morales.
Morales encomendó a su canciller David Choquehuanca comunicar a la embajada de Estados Unidos “la expulsión de USAID (...), ese instrumento que todavía tiene una mentalidad de dominación, de sometimiento”. “Esta es una protesta frente a ese mensaje del canciller de Estados Unidos (...) que dice que Latinoamérica es el patio trasero de los Estados Unidos”, señaló Morales.