Parques de juegos, recintos deportivos, plazas, luminarias, monumentos y señales de tránsito son blanco constante de destrucción. ¿Qué pasa con los bienes de uso público que pareciera que algunos habitantes de la comuna no los sienten propios? ¿O la lectura es?: lo que es de todos no es de nadie y por eso da lo mismo si se destrozan, rompen, o rayan.
Es impresionante ver cómo muchos ciudadanos valorizan poco y nada los bienes públicos de la ciudad y no escatiman en destruirlos. Y ni hablar de evadir su responsabilidad.
Los gastos en los que deben incurrir el municipio y otras entidades fiscales, reparando los daños, son millonarias.
Si se realiza un recorrido por las calles de Punta Arenas, se aprecia cómo cercos y cierres perimetrales de juntas de vecinos, de recintos deportivos o plazas, están destruidos. Súmele a ello luminarias rotas y vidrios destrozados en distintos recintos.
Los juegos infantiles son un blanco predilecto para antisociales que hacen un mal uso de ellos.
Los “responsables”
Al buscar responsables, en rigor irresponsables, los jóvenes son para muchos los que encabezan la lista. Pero a no equivocarse, porque es común observar a padres o madres que suben a niños y niñas en gran cantidad al columpio de discapacitados que existe en el Parque de los Dinosaurios, ubicado en la Costanera del Estrecho. ¿Por qué si en todas partes hay columpios, justo ocupar el único que hay en ese lugar, pensado especialmente para poder subir las sillas de ruedas?. Es obvio que así se destruirá más rápidamente y, de paso, se les da un pésimo mensaje y enseñanza a los pequeños. Esto es sólo un pequeño ejemplo.
Las señales de tránsito, y monumentos son otros de los bienes que constantemente están siendo dañadas por vándalos.
Los rayados se aprecian no sólo en espacios de uso público, también en lugares privados que ya son un habitué.
Esta falta de aprecio y ese instinto destructivo de muchos ciudadanos es el que, por una parte, debe ser perseguido y sancionado, y, por otra, buscar formas más eficientes de educación sobre el buen uso de los bienes que pertenecen a todos.
El tema llama a reflexionar.