Equipo liderado por cirujano José Sepúlveda operó a 96 niños en Medio Oriente

General
23/05/2013 a las 11:42
En esta ocasión, se llevó de Punta Arenas al anestesista Paulo Carrasco y al técnico paramédico de quirófano José Luis Fuentes. Dejando atrás el cansancio, de extenuantes jornadas de trabajo, más las horas de vuelo para volver a Magallanes, el balance que hace el cirujano infantil José Antonio Sepúlveda Cuevas, de las dos semanas que permaneció en Medio Oriente, es tremendamente positivo.
El espíritu altruista de este magallánico, “de tomo y lomo”, lo llevó a su tercera misión al extranjero. En él no media ningún otro interés que no sea ayudar, poniendo sus conocimientos a disposición de tantos niños que sufren la extrema pobreza o que están afectados por las secuelas de la guerra. Así lo pensó cuando hace años ingresó a la ONG (Organización No Gubernamental) “The Palestine Children´s Relief Fund”. Una fundación de ayuda a niños palestinos.
En esta ocasión, Sepúlveda motivó a sus colegas del Hospital Clínico de Magallanes, el anestesista Paulo Carrasco y el técnico paramédico de quirófano José Luis Fuentes. En Santiago, se sumó al equipo el cirujano especialista Renato Acuña, un médico que siempre ha estado presente en Punta Arenas, llano a solucionar los casos complejos. Y el quinto médico que se les unió fue el anestesista norteamericano, de Cincinnati, Keith Denning.
Los cinco trabajaron codo a codo en esta misión humanitaria. Estuvieron dos semanas en Medio Oriente: una en la Franja de Gaza y otra en Cisjordania. “Fueron cuatro días de trabajo quirúrgico efectivo en Gaza y cinco en la ciudad de Nablús. En dos pabellones operamos 96 casos complejos, urología infantil y cirugía pediátrica”, mencionó Sepúlveda.
“Estamos cansados pero muy contentos. Promediamos entre 10 y 12 cirugías diarias, con un gasto energético importante para nosotros, pero con la satisfacción de cumplir la tarea que nos impusimos”.
Plano humano
En lo personal siempre ha sostenido que trabajar con esta ONG lo convierte en un ser privilegiado, “desde el punto de vista de tener las competencias para realizar esta labor. Estoy seguro de que a mucha gente le gustaría hacerlo, pero no pueden. Entonces, poder ayudar, es realmente un privilegio”.
La misión que realiza la considera una experiencia humana muy enriquecedora, “porque te conectas con realidades que son diametralmente opuestas a las nuestras. Acá podemos tener dificultades de salud y listas de espera, pero la verdad es que nuestros problemas médicos no son nada comparado con el de esta gente”.
En Medio Oriente los pacientes tienen ayuda médica, pero no de especialistas. En los casos complejos y difíciles necesitan mucha ayuda. “Tampoco cuentan con material instrumental que te acerque a la medicina del siglo XXI. Ellos están trabajando a un nivel de hace 50 años, en muchos aspectos. Por eso es una experiencia gratificante, uno siempre promete volver, aunque no pueda hacerlo, pero siempre se mantienen las energías de seguir ayudando”, destacó José Sepúlveda.
La Fundación de Ayuda al Niño Palestino, es una ONG que tiene muchos años de trabajo y tomó contacto con la Sociedad Chilena de Cirugía Infantil, y de ahí nació el contacto con el cirujano magallánico.
Un agradecimiento especial entregó a su familia y a la de los colegas que lo acompañaron en esta cruzada de amor, porque sin la venia de su esposa e hijos, poco y nada se podría hacer.

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