El comandante general de la Armada, Diego Guerra, explicó que los Otomat MK-2 fueron actualizados “con tecnología propia” y apoyada por Cuba. Las Fuerzas Armadas venezolanas efectuaron la prueba de un misil repotenciado con ayuda cubana y que tiene capacidad antibuque, cuyo despliegue fue considerado por el Presidente Nicolás Maduro como una muestra de la recuperación de la “capacidad defensiva” del país.
El proyectil es uno de 18 Otomat MK-2 adquiridos por ese país sudamericano en la década de 1970 y modernizados tras un programa conjunto con La Habana.
“Dejaremos operativas todas nuestras naves en nuestros mares con los misiles cargados, listos para defender la soberanía de nuestro mar territorial”, señaló Maduro durante el acto de lanzamiento desde la isla de La Orchila, en el Caribe.
El gobernante, quien fue acompañado por el alto mando militar y por el presidente del Parlamento, el también militar Diosdado Cabello, resaltó que la Fuerza Armada Nacional Bolivariana “tiene cuadros revolucionarios patriotas, bolivarianos hasta la médula, chavistas, muy sólidos”.
Añadió que la puesta a punto de estas armas busca garantizar “una patria inexpugnable, intocable por ningún imperio de este mundo”.
El comandante general de la Armada, Diego Guerra, explicó que los Otomat MK-2 fueron actualizados “con tecnología propia” y apoyada por Cuba.
“Es un sistema de misil superficie-superficie, es decir, de barco a barco, que responde a todas las exigencias de la actualidad en la guerra”, describió.