
Haber preparado este plato la llena de orgullo, ya que es una oportunidad para que los magallánicos se acerquen a la gastronomía de su étnia. Elizabeth aseguró que “esto nos sirve para proyectarnos, para que se conozca nuestra comida, la cual es muy saludable”.
El pastel de salmón fue cocido al vapor con sal de piedra, salmón, lobo marino, hierbas recolectadas de la zona y mariscos variados. Sin duda un plato novedoso que llamó la atención de los asistentes quienes pudieron saborearlo.