“Más de setenta personas recibieron instrucciones y más que un proceso de aprendizaje es una inversión en talentos que conlleva a mejorar el rendimiento, la calidad del trabajo, eleva la productividad y ayuda a incrementar el nivel de las remuneraciones”, explicó la alcadesa de Río Verde, Tatiana Vásquez. La tecnología de los alambrados eléctricos no es nueva, y pese a que en Magallanes lleva cerca de cinco años, todavía a diario se cometen errores en la instalación que impiden utilizar al máximo las posibilidades que ofrece el sistema. Para superar el problema, la Municipalidad de Río Verde organizó un taller que benefició a más de 70 personas de la comuna.
Tatiana Vásquez, la máxima autoridad comunal, aseguró que “más que un proceso de aprendizaje es una inversión en talentos que conlleva a mejorar el rendimiento, la calidad del trabajo, eleva la productividad y ayuda a incrementar el nivel de las remuneraciones”.
Vásquez precisó que el municipio “seguirá cumpliendo un rol fundamental en la promoción y ejecución de acciones de capacitación en el área ganadera”.
Javier Pilquinao, relator y especialista en cerco eléctrico, indicó que a veces la falta de conocimiento en la instalación impide sacar el máximo provecho al sistema. “El error más común es no dimensionar correctamente los energizadores. Generalmente el cálculo se hace en frío y a medición de kilómetros del cerco no se considera la vegetación, animales, temperaturas, y eso hace que la energía caiga”, explicó
Existen varios puntos a considerar para que funcione el cerco eléctrico de manera correcta. Lo primero es poner atención en el energizador, el cual debe tener un tamaño de acuerdo a la cantidad de superficie en hectáreas que se van a cubrir, a veces se escogen pequeños que no dan el rendimiento adecuado. Luego fijar las barras de tierra y que las conexiones estén acorde al energizador elegido. Otro dato importante es la dimensión de los cables, hay que considerar su dimensión y resistencia para facilitar la conducción.
Pilquinao aseguró que la estructura liviana del cerco eléctrico hace que sea económicamente más barato que el tradicional. “Es hasta tres veces más barato y produce una mayor eficiencia a la hora del pastoreo, se le puede sacar más provecho”.
Las palabras son refrendadas por Rodrigo Gallegos, administrador ganadero de Estancia Invierno, en Isla Riesco. “Básicamente te permite tener un menor costo por kilómetro de alambrado y es más rápida su construcción, lo que te da ventajas sobre el cerco tradicional que tiene un costo altísimo. Con el eléctrico se puede tener más kilómetros en el predio y utilizar de mejor forma la pradera”.
El equipo, una vez operando, emitirá pulsos de alto de voltaje, de gran energía y corta duración en intervalos de un segundo aproximadamente. Cuando un animal se aproxime a la cerca y la toque, las descargas de alto voltaje emitidas por el equipo ingresarán al cuerpo del animal, pasan por él y terminan en la tierra. Con esto se consigue cerrar el circuito dándole una patada eléctrica y lograr el propósito: alejar el animal del cerco.
Es importante recalcar que el animal memoriza la fuerza de la descarga; por lo tanto, es necesario mantener el alambrado en buen estado, ya que si el animal memoriza un pulso bajo que no le provoca dolor, se acostumbra a ello. Un ejemplo de lo que se debe cuidar se da cuando se tiene el pasto crecido y toca las líneas del cerco, ya que de ese modo, se producen fugas y pérdidas de voltaje.
Los alambres electrificados deben ser tensados levemente y no estirarse como el alambrado tradicional.
Finalmente, Sergio Ojeda, lleva más de 15 años construyendo cercos en la Región de Magallanes: “Es un trabajo duro, y hoy hay nuevas tecnologías que tenemos que empezar a conocer, el curso fue muy útil y me ayudará a generar mayores recursos. Partí con el tradicional y ahora sigo con el eléctrico, hace ya cinco años que acá se utiliza”, señala.