Un accidente vascular el 27 de diciembre del 2010 truncó la exitosa carrera cinematográfica del magallánico Luis “Luigi” Araneda Miranda. Quienes lo conocieron, recuerdan su espíritu inquieto, locuaz, inteligente, conciliador, generoso…. Finde presenta una mirada a la obra de Jorge Inostrosa y recuerda a uno de los talentos magallánicos más importantes del celuloide nacional. Adiós al Séptimo de Línea es considerada una de las series más caras de la televisión (sobre los mil millones de dólares), y es un fiel retrato de la obra de Jorge Inostrosa. Los magallánicos hoy pueden ver todos los martes a las 22 horas, los capítulos de la Guerra del Pacífico, epopeya que se vive a través de las aventuras de Leonora Latorre (Fernanda Urrejola), una joven de la alta sociedad santiaguina que viaja a Antofagasta, entonces boliviana, buscando a su novio Alberto Cobo (Nicolás Saavedra). Allí, se convierte en espía de la causa chilena y seduce a dos militares bolivianos. Completan el elenco Hernán Romero, Matías Stevens, Erto Pantoja, Ximena Rivas, Ariel Levi, Sergio Hernández e Iñigo Urrutia.
Detrás de la obra estuvo el talento de un magallánico, Luis “Luigi” Araneda Miranda. Quien ahora tendría 46 años de edad, pero su legado sigue vivo. Hoy recordamos una entrevista que dio en vida al Diario El Pingüino.
El escritor Jorge Inostrosa, contaba que comenzó a escribir casi de casualidad durante los veranos, época que manejaba un camión que tenían sus hermanos. “Yo llevaba los pionetas y en las noches, acampábamos por ahí y yo les contaba cuentos históricos. En parte para entretenerlos y también para despertar en ellos la cultura. Una vez, uno de ellos me pidió que le escribiera un cuento para su esposa porque él no era capaz de repetirlo de memoria. Ahí comenzó mi carrera de escritor”.
Pero no fue hasta el año 1955 que los ojos de Chile quedaron encandilados con sus relatos históricos. Publicó la novela Adiós al Séptimo de Línea, en cinco tomos: La frontera en llamas, los cruces del desierto, los infantes de bronce, los batallones olvidados y el regreso de los inmortales. Una obra que había transmitido con éxito en la radiofonía chilena.
El libro vendió más de 5 millones de copias, convirtiéndose en el más leído en la historia editorial de Chile.
Veinte años después fallecía, con más de 30 títulos a su haber, junto a una importante cantidad de guiones para radio, televisión y cine, letras de canciones y poemas.
Nunca imaginó que su obra llegaría a la pantalla. Y menos a Magallanes. Desde el martes se exhibe en los canales de Pingüino TV (Canal 30 TVRED - Canal 4 Señal Abierta - Canal 42 Claro TV), todos los martes a las 22 horas.
La serie definida como una de los mayores desafíos en la historia de la producción nacional, contó con un presupuesto superior a los $ 923 millones. Y uno de los hombres que hizo posible conseguir el presupuesto fue el magallánico Luis “Luigi” Araneda Miranda, hermano mayor de la connotada artista local, Andrea Araneda.
“Era una persona de un humor ingenioso, siempre alegre, culto, entretenido, conciliador… Él, organizó los festivales de cine de la Cueva del Milodón. Lograba congregar a su entorno. Su lema era siempre: Vamos que se puede. Porque sentía que no había nada imposible, lograba calmar los ánimos en los momentos de estrés intenso, sobre todo en el área que eligió. Recuerdo que me decía: ¿te das cuenta lo que significa entusiasmo? Y comenzaba a filosofar”, recuerda la artista Andrea Araneda.
En uno de los capítulos de Adiós al Séptimo de Línea aparece actuando “Luigi”. “Hoy estaría muy contento de saber que se exhibe en un canal de Punta Arenas, tenía muchos vínculos con la región”, recuerda Andrea.
“Adiós al séptimo de línea” retrata la epopeya de la Guerra del Pacífico a través de las aventuras de Leonora Latorre (Fernanda Urrejola), una joven de la alta sociedad santiaguina que viaja a Antofagasta, entonces boliviana, buscando a su novio Alberto Cobo (Nicolás Saavedra). Allí, se convierte en espía de la causa chilena y seduce a dos militares bolivianos. Completan el elenco Hernán Romero, Matías Stevens, Erto Pantoja, Ximena Rivas, Ariel Levi, Sergio Hernández e Iñigo Urrutia.
La obra dirigida por Álex Bowen, amigo de “Luigi”, deja en alto la producción chilena.
Las tareas que dejó al cine
“Luigi” Araneda fue un visionario. Confiaba en el talento magallánico, y en la capacidad para ganarle a la adversidad y desarrollar cine de calidad pese a los altos costos… Presentamos parte de una entrevista realizada por el Diario El Pingüino, al momento de conseguir los fondos para realizar la serie televisiva Adiós al Séptimo de Línea.
¿Cómo comienza su afición por el cine?
“Me licencié en Literatura en la Universidad Católica. Mientras estaba en la ‘U’, fundé un cine club y me dediqué a producir teatro, lo que me permitió ganar un festival norteamericano, con una obra de Marco Antonio de la Parra. Después de eso postulé a una beca en la Universidad de Nueva York, para ir a hacer estudios de cine y televisión”.
¿En qué momento comienza a tener éxito?
“Después de eso conocí a Marco Enríquez-Ominami, con quien hicimos varias cosas en televisión, entre ellas la gran serie “La Vida es una Lotería”. Nos estaba yendo muy bien con la serie, pero me llamaron de VTR para que desarrollara un proyecto de canales locales, de Arica hasta Coyhaique. Estuve dos años ahí y luego partí a DirecTV, donde me desempeñé otros dos años como gerente.
¿En qué momento empieza a introducirse de lleno al cine?
“Después de un paso por Punta Arenas, para hacerme cargo de un negocio familiar, me llamó un ex socio y me dijo que tenía una empresa que se llama El Asombro, así que en 2004 volví a Santiago y nos pusimos a producir. En ese momento se nos ocurrió romper el mercado y hacer lo que nadie había hecho: dos largometrajes en un año. Así que fuimos los primeros en hacer “Se Arrienda”, de Alberto Fuguet, y “Padre Nuestro”, de Rodrigo Sepúlveda. Con la primera nos fue muy bien y con la segunda ganamos varios festivales”.
¿En qué consiste el proyecto “Adiós al Séptimo de Línea”, que obtuvo hace poco un millonario financiamiento del Consejo Nacional de TV?
“Después de varios proyectos televisivos, entre ellos el “Blog de la Feña”, para Canal 13, retomamos “Adiós al Séptimo de Línea”, que es la novela de Jorge Inostroza, que se la habíamos presentado a Ricardo Claro, pero que no dio la pasada en ese momento. Pero el año pasado les presentamos el proyecto a los ejecutivos de Mega, con un piloto que es protagonizado -al igual que en la serie- por Fernanda Urrejola, como Leonor Latorre, quien se transforma en espía para el Gobierno chileno en la Guerra del Pacífico. Les gustó y nos apoyaron para postularlo al CNTV, y el pasado lunes recibimos la grata noticia de ser los beneficiarios del premio más grande que se ha dado en la historia, que consiste en $ 500 millones para hacer esta serie”.
¿Cómo está la industria cinematográfica en nuestro país?
“El cine chileno ha mejorado mucho. El nivel de calidad técnica que hoy tenemos es de estándares de calidad de sonido internacionales, al punto que varias producciones extranjeras se vienen a hacer aquí. Tenemos una calidad técnica a nivel de fotografía mundial y mano de obra calificada, buena y barata, entonces hay una oportunidad de hacer buenas películas”.
¿Qué hay que mejorar?
“Lo que hay que mejorar, que es una política de Estado también, es la calidad de los guiones. No sólo hay que fomentar la creación de ellos, sino que también acompañar a los beneficiarios que se ganen premios, con talleres de asesoría, para que terminen siendo efectivamente buenos guiones, que después sean entregados a los productores nacionales para que vean en qué proyectos se quieren involucrar. Tenemos que hacernos cargo de que la cadena productiva sea de calidad en todos sus procesos”.
¿Cómo está Magallanes en el aspecto audiovisual?
No es muy buena, por la condición de zona adversa. Está todo lo que es equipo y servicios de pos producción en Santiago, entonces te sube mucho los costos llevarlos a Punta Arenas. Sin embargo, tengo mucha fe que si empezamos, junto con otros productores magallánicos, a meter en los colegios, liceos y las universidades que hay allá la carrera de Comunicación Audiovisual, podremos meterle el bichito a nuestros coterráneos para que desarrollen esta actividad sin tener que salir de la región”.
¿Cómo es la relación del chileno con el cine?
“Chile es un mercado chico. De los 16 millones de habitantes, sólo tienen potencialidad para ir al cine -dejando de lado a los ancianos, las guaguas y los niños chicos-, unos 12 millones. De estos, se cortan al año 10 millones de tikets, es decir, el chileno va menos de una vez al año al cine. Bajo ese razonamiento, no podemos estrenar 20 películas chilenas al año, el mercado no da. Con suerte da para 10 y, más encima, no se estrena una al mes, se concentran entre abril-mayo y septiembre-octubre. Entonces ocurre que se dan varios estrenos en una misma semana, y la gente no va a desembolsar plata para ver dos películas chilenas en la misma semana”.