El precio de los combustibles se mueve en una relación de uno a uno con el dólar, es decir, por cada peso que sube el dólar la bencina se encarece en un peso. En la jornada de ayer el dólar subió $ 5,83 y cerró en $ 500,93 vendedor, su nivel más alto desde el 2 de junio de 2012. Con ello, la divisa avanzó $ 30 durante mayo, su alza más fuerte desde igual mes del año pasado, cuando trepó $ 31,5.
Si bien el incremento del dólar fue bien recibido por el sector exportador, en contrapartida está teniendo un impacto directo en el aumento de precios de los combustibles.
En mayo, la gasolina de 93 octanos subió $ 22,2 y la de 97 octanos escaló
$ 38,8 por litro; en promedio el alza fue de $27,7.
Para la próxima semana, Econsult estimó un incremento de $ 6 promedio, con lo cual el ascenso en cinco semanas llegaría a $ 33,7 promedio. No obstante, otras estimaciones apuntan a que el aumento de la próxima semana sería mayor, en torno a
$ 12 promedio.
El precio de los combustibles se mueve en una relación de uno a uno con el dólar, es decir, por cada peso que sube el dólar la bencina se encarece en un peso.
“El alza del dólar se traspasa de inmediato al precio de paridad de importación de los combustibles, lo que se verá reflejado en nuevas alzas en las gasolinas”, explicó Hernán Frigolett, de Nueva Economía.
Fernando Soto, economista del BBVA, añadió que la principal implicancia de la subida del dólar es el aumento de la inflación importada, que se irá transmitiendo gradualmente. “En lo inmediato tendremos alzas de combustibles (en mayo) y también en junio”, añadió.