Ayer se realizó la audiencia de preparación de juicio oral en contra de Lee Salamanca Torres. “Muy triste ha sido todo este tiempo para nosotros, lo que pasó nos cambió la vida”, dijo Norma Báez, madre del único hijo que tenía: Rodrigo Villarroel Báez, ultimado con más de 20 puñaladas, en septiembre del año pasado.
La fiscalía presentó acusación en contra del único imputado, Lee Randolph Salamanca Torres, de 24 años, sindicado como autor material de “homicidio calificado”, delito por el cual Felipe Aguirre solicita que el acusado pague con 15 años de cárcel. Para el Ministerio Público éste es un caso con un ensañamiento pocas veces visto, por los reiterados cortes que sufrió la víctima en el rostro.
El 17 de septiembre, alrededor de las 5 de la madrugada, Rodrigo Villarroel estaba cerca de su casa, en Pasaje Dolphin esquina José Spilberguer, al lado de su auto, a donde llegó Salamanca, con quien momentos antes había protagonizado un incidente de tránsito. Villarroel había topado el vehículo de Salamanca, cuando se encontraba estacionado en Avenida España y Boliviana y teniendo como ocupante a su hermana, quien por el golpe sufrió una lesión. Esto generó la indignación de Salamanca, quien lo salió a buscar y al dar con su paradero terminó quitándole la vida, usando dos armas cortantes. El agresor le propinó múltiples heridas en el rostro y lo remató en la zona torácica y abdominal, muriendo por anemia aguda.
Lee Salamanca, que se encuentra cumpliendo prisión preventiva, volvió ayer a tribunales por la audiencia de preparación de juicio oral. El Ministerio Público ofreció 26 testimonios, 11 de los cuales corresponden a peritos.
Madre pide justicia
“Levantarnos y tomarnos una taza de café solos, es algo que muchas veces termina en lágrimas para nosotros”, dijo la madre Norma Báez.
“Pensar que un día salió y después volvió dentro de un cajón. Es algo que no lo podemos creer. Esto fue demasiado”, señaló sobre el brutal crimen de Rodrigo, a quien recordó como un buen hijo, que siempre los ayudaba económicamente y compraba cosas para la casa. “Ahora todo eso cambió”, se lamenta.
“Lo extraño mucho, era mi único hijo, tenía 33 años, estaba en la flor de su juventud. Por eso pido que se haga justicia y que el autor pague, por lo menos con 20 años de cárcel, sin beneficio alguno”.