La prioridad es restablecer el servicio de correo postal directo, que está interrumpido hace 50 años. Estados Unidos y Cuba conversarán esta semana, por primera vez desde 2009, sobre la posibilidad de restablecer el correo postal directo entre los dos países, interrumpido desde hace 50 años, dijo ayer a Efe un portavoz del Departamento de Estado estadounidense.
Las conversaciones, de carácter “técnico” se producirán este martes y miércoles en Washington, con presencia de “miembros del Departamento de Estado y del servicio postal de EE.UU. y representantes del Gobierno de Cuba”, señaló el portavoz, que pidió el anonimato.
“Pensamos que el restablecimiento del intercambio directo de correos es consistente con nuestro interés en promover el flujo de información libre hacia, desde, y dentro de Cuba”, agregó.
El portavoz subrayó que las conversaciones “no implican ningún cambio en la política estadounidense hacia Cuba”, más allá del interés de la Administración de Barack Obama en facilitar los intercambios entre estadounidenses y cubanos.
La delegación estadounidense estará encabezada por la directora de Asuntos Internacionales Postales del Servicio Postal de EE.UU., Lea Emerson; y la cubana estará dirigida por el jefe de la sección de intereses de Cuba en Washington, José R. Cabañas Rodríguez.
Cuba y Estados Unidos no tienen relaciones diplomáticas desde 1961 y el correo directo entre los dos países fue interrumpido en 1963, un año después de que Washington impusiera un bloqueo económico y comercial contra la isla.
Todos los envíos postales, sean cartas o paquetería, deben hacerse a través de terceros países.
Las conversaciones son las primeras sobre el asunto desde las que se produjeron en La Habana en septiembre de 2009, confirmó el portavoz.
Esa cita se cerró con la intención de dar continuidad al asunto por parte de ambos lados, y la representante de EE.UU. en las mismas, Bisa Williams, prolongó su estancia en La Habana para conversar también sobre otros asuntos, como la migración.
No obstante, el arresto dos meses después del contratista estadounidense Alan Gross, condenado más tarde a 15 años en prisión por actividades subversivas, enfrió el diálogo general entre EE.UU. y Cuba.
El portavoz del Departamento de Estado no explicó la razón por la que se retoman ahora las conversaciones, cuyas delegaciones tienen un rango inferior a las de 2009.