
Los derechos de los consumidores, respecto de la protección de sus datos personales, están regulados por la Ley 19.628. Las empresas deben informar al consumidor para qué utilizarán sus datos personales y éstas sólo podrán usarlos para los fines que el consumidor autorice previamente y por escrito.
El espíritu que dio origen a esa normativa fue que los propietarios de los datos son las personas y no quien los administra, por lo que los consumidores tienen derecho a que se utilicen sólo para los fines para los que fueron recolectados.
El consentimiento para el tratamiento de datos personales debe ser expreso, informado, y siempre puede ser revocado en cualquier momento por el titular. Además, la empresa no puede comunicar los datos si el consumidor no ha aceptado expresamente dicha transferencia.