
El canciller argentino, Héctor Timerman, presentó ayer la documentación que le fue entregada el pasado viernes, en la cumbre del Mercosur celebrada en Montevideo, ante la Procuración General de la Nación, cuerpo de fiscales de Argentina, para que se investigue “la posible comisión de un delito”, informaron fuentes oficiales.
Timerman recibió la información de manos de un alto funcionario de uno de los países participantes de la cumbre, en la que los mandatarios de Argentina, Brasil, Uruguay y Venezuela condenaron en una declaración conjunta el espionaje de Estados Unidos en la región.
En su denuncia ante la Procuración, Timerman precisó que en la tarde del viernes “un funcionario de alto rango de uno de los países participantes” en la cumbre y a quien dijo conocer por su función como canciller argentino se acercó y le entregó “un sobre tamaño oficio” solicitándole “que revise su contenido”.
El sobre, según informó la Cancillería argentina en un comunicado, contenía una decena de páginas en las que se encontraban impresos los nombres de funcionarios gubernamentales, miembros del Poder Legislativo, periodistas y diplomáticos argentinos, acompañados de sus supuestos correos electrónicos y sus correspondientes claves de seguridad.
Luego, ese funcionario, cuya identidad y nacionalidad no fueron reveladas, le pidió a Timerman mantener una reunión en una sala privada, fuera del recinto de sesiones de la cumbre.
“Una vez en el lugar, me fue presentado otro funcionario que, según se indicó, era miembro de los servicios de seguridad de su país. Asimismo, se hallaba presente un miembro del gabinete nacional de un tercer país quien recibió, al igual que yo, un sobre conteniendo similar información”, precisó Timerman.
En la reunión, ambos funcionarios pusieron en conocimiento del canciller argentino que sus “servicios de inteligencia se encontraban desde hacía un tiempo investigando una operación de espionaje que operaba sobre su Gobierno”.
“En el contexto de esa investigación, lograron acceder a información que formaba parte de la operación y que involucraba datos de personajes públicos de distintos países latinoamericanos”, afirma Timerman en su denuncia, donde no se da ninguna pista sobre qué país podría ser el origen de los supuestos actos de espionaje.