
Por años Cristián Socaneli Nercellas, estudiante entonces del Liceo Luis Alberto Barrera, fue víctima de agresiones verbales y físicas. Las últimas le costaron una fractura nasal de carácter grave.
El denunciado y querellado, Gerardo González Miranda, actual alumno de primer año de Derecho en la Umag, fue beneficiado con la remisión condicional de la pena así que por un año y medio permanecerá bajo el control y vigilancia de Gendarmería.
De acuerdo a los antecedentes que investigó, la fiscal Acuña logró establecer que el delito de lesión se cometió en un contexto de amedrentamiento escolar reiterado, más conocido como “bullying”.
La propia víctima contó a Diario El Pingüino que durante mucho tiempo debió soportar burlas, golpes e insultos por parte de Gerardo González, quien era compañero de curso, un hostigamiento que según cuenta partió en primero medio y al que se sumaban otros alumnos. Socaneli era alumno del grupo de integración del liceo.
La madre, Soledad Nercellas, declaró en el proceso (abril de 2012) que desde que su hijo ingresó al establecimiento “por su bajo perfil y su problemática de lenguaje, ha sido objeto de burlas y golpes”. Como apoderada denunció que estos hechos se vieron reflejados en “rayados y dibujos obscenos en sus cuadernos y libros, quebradura de lápices, manchado de uniforme con pegamento, robo de su foto de la libreta de comunicaciones, destrucción del estuche de sus lentes, robo de su toalla de educación física, entre muchas otras cosas”.
En una clase de inglés le escondieron sus lentes y un alumno los dibujó en un papel diciéndole que allí estaban, “lo que causaba la risa del curso y finalmente los lentes fueron encontrados en el basurero”. Lo molestaban constantemente y lo trataban con garabatos. Le rayaban los cuadernos, le dibujaban los genitales en todas partes, le pusieron pegamento en la espalda. “Lo molestan por ser diferente, por tener problemas de lenguaje”, declaró en la fiscalía la afligida madre.
Para ella esta situación llegó al límite cuando Gerardo González le fracturó la nariz y la mujer pidió de manera urgente al tribunal una medida cautelar que le prohibiera al agresor acercarse a su hijo.
El requerimiento de la fiscalía, y querella criminal, presentada en octubre del año pasado, se basan en que el sábado 7 de julio de 2012, a las 9.30 horas, la víctima, Cristián Socaneli se encontraba en uno de los pasillos del liceo cuando se le acercó el querellado, Gerardo González, quien lo golpeó en el rostro, provocándole una fractura nasal de carácter grave. Ambos estudiaban en cuarto año de enseñanza media.
Finalmente el imputado aceptó los hechos de la investigación y ayer el magistrado Olivares lo condenó a una pena de 61 días de presidio.
“Algo terrible”
Para la madre lo que vivió con su hijo fue “algo terrible” y espera que esto ayude a otros padres y alumnos que puedan estar sufriendo lo mismo a denunciar.
Nunca quiso cambiar de colegio a su hijo porque es un alumno integrado y consideraba que el sistema del liceo era lo más apropiado para él.
Respecto a la sentencia, la deja conforme en cuanto que “el joven debe aprender que no puede andar por la vida golpeando a las personas, menospreciarlas, y no respetarlas en su integridad. Claro que ninguna sentencia podrá borrar todo lo que sufrió mi hijo”.
En lo personal, Cristián Socaneli comentó que esto lo perjudicó mucho en su vida, tanto por la agresión física como las de tipo verbal. Sobre la condena, señala que al menos lo deja conforme porque siente que se hizo justicia.
Abogado
Para Juan José Arcos la condena es relevante, porque de acuerdo a sus antecedentes es el primer dictamen de este tipo en la zona, y pasa a ser “un llamado de atención a los jóvenes para que entiendan de una vez por todas que en Chile el bullying es un delito y el fallo sienta un precedente ya que la justicia se aplica a todos los mayores de 14 años de edad. Incluso a los menores, con medidas de protección a través del Juzgado de Familia.