
"La última estación" observa en detalle el devenir de los habitantes de un asilo de ancianos, hasta donde llega una nueva integrante, que provoca en los otros reflexiones sobre su soledad y abandono, para luego ir descubriendo más personajes, como al locutor de una radio interna que lleva a sus compañeros sonidos del exterior que él mismo graba: el mar, el viento que sopla en medio de las montañas o un lago.
Sobre el origen del film, su director cuenta: "Estábamos en la sala de postrados del hogar de uno de los personajes. La imagen de ese espacio en un momento determinado -la luz y el color, el viento, la inmovilidad e incomunicación de los abuelos, el ambiente y la sensación que nos provocó- fue el punto de partida de la película, que nos tomó 5 años. El tratamiento apareció tras un largo trabajo de observación, estuvimos en muchos hogares y en todos, lo común era el tiempo que transcurre al interior. Nuestros personajes estaban de alguna manera detenidos en el tiempo y eso fue lo que caracterizó dicho tratamiento", declara Soto.
La película ganó el Premio del Público en FIDOCS 2013 y, posteriormente, obtuvo el Gran Premio en el Festival de Pärnu, Estonia. También integró las selecciones oficiales del Festival Internacional de Cine Documental de Copenhagen y del prestigioso Dok Leipzig.
Catalina Vergara y Cristián Soto son comunicadores audiovisuales de la región del Bio Bio. Vergara dirigió y produjo "La última estación", su primer largometraje. Soto se tituló con el documental "Pasajero de niebla", reconocido en distintos festivales y que obtuvo el Premio a Mejor Cortometraje en el Festival Internacional de Cine de Valdivia 2005.