
Hoy en la once invernal, desde Arica a Magallanes, el calzón roto es el dulce criollo por excelencia.
Por si acaso, Chuchunco fue un barrio, un suburbio, una aldea de Santiago que pertenecía a la Comuna de Maipo y era la continuación de la Estación Central. Con el tiempo, el poblado fue creciendo y al sector más periférico se le llamó “Chuchunco abajo”, nombre peyorativo, ya que era como ser de las chacras. Y lo que era lejos pasó a ser cerca, pero ya quedó el dicho por el trayecto antiguo desde difíciles viajes “rurales”.
Para prepararlo correctamente, mezcle la harina, polvos de hornear, azúcar flor, sal y los huevos. Incorpore mantequilla y combine bien. Agregue suficiente cantidad de agua para hacer una masa que se pueda sobar.
Luego amase hasta que quede maniobrable y dócil. Para lograrlo, usleree la masa sobre una tabla enharinada hasta dejarla de 3 milímetros de grosor aproximadamente. Corte rectángulos de 10 por 5 centímetros y haga sobre ellos un corte vertical de unos 3 centímetros, y pase un extremo del rectángulo por el ojal creado.
Caliente el aceite a 175°C. Fría los calzones rotos por 1 minuto por un lado, y 30 segundos por el otro lado. Escurra, póngalos en una fuente sobre papel absorbente, y luego espolvoréelos con azúcar flor. Y ya están: Ahora a saborear.
INGREDIENTES
• 3 tazas de harina cernida.
• 1 ½ cucharaditas de
polvos de hornear.
• ½ taza de azúcar
flor cernida.
• 2 cucharadas de
mantequilla ablandada.
• Una pizca de sal.
• 1 huevo, batido.
• 2 yemas.
• 1 cucharadita de ralladura de cáscara de limón.
• 2 a 4 cucharadas
de agua.
• Aceite para freír.
• Azúcar flor.