La defensa, representada por el abogado Cristián Opazo, analizará el fallo para ver si presenta un eventual recurso de nulidad. No más de cinco personas, entre familiares y amistades, acudieron al Tribunal Oral a escuchar la sentencia en contra de Juan Carlos Arroyo Valladares, quien fue condenado a cinco años de cárcel efectiva, por el delito de tráfico de drogas.
Faltando dos minutos para las 13 horas, el acusado ingresó a la sala 2 del tercer piso del Centro de Justicia, custodiado por personal de Gendarmería. Se le vio muy tranquilo, como intuyendo el fallo, porque su abogado, Cristián Opazo, le había anticipado los posibles escenarios. El más probable de todos era que los jueces no le concedieran beneficios extracarcelarios, ya que el fiscal Oliver Rammsy había pedido que no le consideraran como atenuante la colaboración con la investigación, porque no fue así.
La defensa analizará en detalle el fallo para ver si en los próximos días presenta algún recurso de nulidad.
Además de la pena efectiva, Arroyo fue sentenciado a cinco años y un día de presidio y pagar una multa de 40 UTM (cerca de $1 millón 600 mil), a favor del Fondo Especial del Ministerio del Interior.
El tráfico de drogas por el cual terminó condenado el chofer Juan Carlos Arroyo, se produjo el 25 de enero de este año. La Brigada Antinarcóticos de la PDI le tenía los ojos puestos a esta persona, producto de una investigación por droga que inició en Puerto Natales el fiscal Iván Vidal. Esto permitió interceptar el teléfono celular del acusado, quien sin saberlo fue entregando antecedentes que le permitió a la policía anticiparse a lo que vendría: el retiro por parte de Arroyo de una encomienda desde las oficinas de la empresa Transcargo. La misma contenía dos kilos y medio de marihuana paraguaya prensada, más una bolsa contenedora con 134 gramos de clorhidrato de cocaína, droga cuyo valor total superaba los 30 millones de pesos.