
La mantención a una boya pilar de 20 metros de altura, cuyos “muertos” alcanzan un peso de 27 toneladas, fue uno de los trabajos más arduos que le tocó desempeñar al personal del remolcador “Lautaro” de la Tercera Zona Naval. La nave volvió de los trabajos de señalización marítima en el sector oriental del estrecho de Magallanes. En una labor conjunta con la Gobernación Marítima de Punta Arenas, lograron reparar seis boyas. El comandante del “Lautaro”, Agustín Pájaro, mencionó las adversas condiciones climáticas como un desafío constante, ya que debieron embarcar en botes de goma para aproximarse a las boyas.