La vecina de la Población Fitz Roy, Otilia Barría, padece una enfermedad que la obliga a permanecer conectada, día y noche, a un respirador mecánico que funciona solamente con energía eléctrica directa y no batería. Por eso cuando se corta la luz padece las consecuencias, que pueden llegar a costarle la vida. Por lo mismo llegó a un acuerdo con Edelmag, de que le avisarían previamente cada corte de luz programado. Otilia se queja de que esto no sucedió recientemente, cuando el sector donde vive quedó sin suministro, debido a un corte programado. “Ellos dijeron que me enviarían un papel el día antes, para que me prepare. Como ello no sucedió pregunté y la respuesta fue que lo publicaron, pero no siempre puedo comprar los diarios”.
El mayor temor de la mujer es que la máquina se pueda echar a perder al restablecerse el servicio. En esta ocasión no le quedó otra que irse a al hospital, “porque un corte de luz para mí es muy complicado”.
Otilia sufre el Mal de Pompe y antes de conseguir el respirador mecánico permaneció internada mucho tiempo en el hospital clínico, producto de una influenza. Incluso, por esos días, perdió el respirador mecánico que tenía, por un corte de luz producido por una falla eléctrica en una casa vecina de calle Los Guindos.
Una persona anónima le envió desde Santiago un nuevo respirador cuyo valor comercial es de tres millones de pesos.