Para ello contaron el financiamiento de Sercotec de pasajes y estadía, además de la permanente asesoría y acompañamiento de profesionales del servicio.
Una oportunidad que le ha permitido generar una importante red de contactos con empresarios hoteleros, restoranes y distribuidoras que supieron valorar la calidad de los productos presentados por esta pequeña empresaria magallánica.
Merluza austral, congrio dorado, mariscos frescos, conservas en aceite, se hicieron pocos. “Llevamos una muestra de poco más de cien kilos en productos, pensando que sería suficiente, sin embargo nos quedamos cortos”, señala esta emprendedora que hoy saca cuentas alegres frente al nuevo potencial de su negocio.
“Si antes vendíamos 600 kilos mensuales, hoy, sólo un cliente ya nos ha encargado un pedido de 2 mil kilos de merluza austral, lo que obviamente nos genera un horizonte impensado”.
Hoy, esta empresaria de 42 años, casada y con un hijo de 6 años, piensa en grande. Inicié este emprendimiento formalmente hace 7 años, luego de perder mi trabajo y con el objetivo de colaborar con las finanzas del hogar. Hoy estoy en la búsqueda de nuevos capitales, nuevas salas de venta y la mirada puesta en desarrollar la venta de productos del mar con miras al exterior.