Esta petición se efectúa, a raíz de la presencia de un ejemplar de este mamífero en la provincia, descubierto en mayo último.
Es por ello, que se hará un control de esta especie, “es total y completamente dañina, no hay ningún aporte al ecosistema ni al turismo, que esta criatura nos pueda dejar en nuestro territorio, porque según dicen los expertos, nuestro ecosistema no está preparado para soportar el impacto que genera este animal”, aseguró el gobernador.
Por lo anterior, hizo un llamado a quienes viven o trabajan en sectores rurales a prestar ayuda en la vigilancia de los predios, “desde los pescadores artesanales, que día a día están recorriendo lugares, que podrían también hoy estar alojando este mamífero, quienes están trabajando la madera, la agrupación de cipreceros, quienes trabajan la turba, campesinos, guías de turismo, pescadores recreativos, todo el mundo que tenga algo que decir, no dudar en tomarse la molestia en acercarse a las oficinas del SAG o de CONAF, quienes realizan un trabajo en conjunto”.
Por su parte, Carlos Fuentes, indicó que luego de un recorrido por el curso de agua del río Hollemberg y la rivera del lago Balmaceda, se detectó la presencia de un castor. “Personal especializado del SAG, estuvo trabajando durante una semana en el lugar, donde pudieron observar y ver en acción este castor, en el agua”.
Explicó que junto a CONAF se está haciendo un trabajo evaluativo, con el fin de encuestar toda el área de uso silvoagropecuario de Magallanes, “hemos sectorizado todos los predios, nosotros estamos tomando contacto con las personas que viven, trabajan y circulan por estos lugares, entregándoles además, material de difusión, y de esta manera nosotros vamos a saber si hay presencia de este roedor en otros lugares”.
Fuentes, al mismo tiempo recalcó que fueron instaladas trampas sumergibles, pero que hasta el momento no han encontrado castores en ellas.
En cuanto a la labor de CONAF, Patricio Salinas, expuso que realizarán un trabajo en conjunto con la Agrupación de Cipreceros que se encuentran en la reserva nacional Alacalufe, “el daño que provoca este animal, está principalmente orientado al bosque, por lo tanto, es una plaga forestal; y en ese sentido, la Corporación se suma a esta campaña que está liderando el SAG, y obviamente que vamos a aplicar esta metodología que nos va a poder determinar si es que existen más individuos en la provincia de Última Esperanza”.