
El suceso ocurrió en la provincia oriental de Zhejiang, vecina a Shanghái, donde los secuestradores, ocultos con máscaras, raptaron a la niña, la retuvieron contra su voluntad y pidieron a su familia un rescate de un millón de yuanes (83 millones de pesos).
Cuando la víctima contó las penurias económicas de su familia, y al sospechar que la policía estaba tras ellos, los raptores decidieron liberarla y además darle una pequeña cantidad de dinero.
El suceso ocurrió en marzo, pero se hizo conocida ahora por la condena a los dos secuestradores a cuatro y cinco años de prisión.
Los dos delincuentes, apellidados Lu y Xie, gastaron 10.000 yuanes (800 mil pesos) en los preparativos del secuestro, esto incluía el alquiler de un automóvil, señaló la información.
Nativos de la provincia de Fujian, también en la parte oriental de China, Lu y Xue intentaron el secuestro para pagar unas deudas que habían contraído en juegos de azar.