
La realidad diaria del servicio, hace que se produzcan situaciones que rayan en la ilegalidad: “Hay funcionarios que, forzados por la falta de dotación y la enorme cantidad de tareas que cumplen, están obligados a ordenar diligencias, solicitar peritajes, leer expedientes, desestimar delitos y tomar decisiones investigativas. Todas tareas que por ley le corresponden a los fiscales”, acusó el Presidente Subrrogante.
Esto ha hecho que la molestia y frustación al interior del Ministerio Público vaya en aumento.
Para Mario Gutiérrez la situación en insostenible: “Tenemos funcionarios con las vidas personales destruidas, divorciados o con licencias médicas por depresión. La sociedad no puede ver con indiferencia que un servicio vital como el Ministerio Público pueda colapsar. Los trabajadores tienen un alto compromiso y colocan sus labores por sobre su situación personal pero todo tiene un límite”, advirtió el dirigente.
Los 3.200 funcionarios del Ministerio Público de Chile exigen participar en la discusión del Presupuesto, de la corrección del Plan de Fortalecimiento, de la ley de Bonos y de todas las instancias donde se discutan materias relacionadas con la Fiscalía.
“La cara visible de la institución son los fiscales pero somos nosotros quienes la sostenemos con nuestro esfuerzo, y por eso exigimos contar con las herramientas mínimas para poder entregar un buen servicio a la comunidad”, cerró el Presidente subrogante.