
El inevitable cierre de las instalaciones, obligó a los docentes que se desempeñaban en las instalaciones a buscar alternativas, para sus alumnos, sin embargo reconocen que no hubo solución para todos.
Uno de los docentes que debió reubicarse fue Celso Oyarzo, quien se trasladó al Club Magallanes. Explicó que fue por cuenta propia que los docentes buscaron alternativas para sus alumnos, lo que permitió dar continuidad a algunos de los programas.
Por su parte Carlos Parra lamentó la decisión destacando el valor de las instalaciones y el aporte que implicaban para el deporte regional. “Muchos de los trabajadores que estábamos ahí esperábamos que esto se hiciera a fin de año y no se pudo, hubo convicciones que se cambiaron (de la empresa). Ahora en deporte, la ciudad perdió muchas cosas, un complejo muy bonito, grande, y como infraestructura es espectacular”.
Al ser consultado, agregó que “es evidente que algunas cosas se van a ir, como el alto rendimiento de la natación, algunas escuadras deportivas, como el fútbol, el tenis, bádminton y también algunas actividades más recreativas”.
Por su parte, Esteban Araneda lamentó la decisión y se mostró esperanzado en que el recinto pueda tener la continuidad de giro. “Como todos los funcionarios que trabajamos durante años en el Club de Campo Leñadura, como los socios y las familias, estamos muy apenados porque se cortan muchos procesos sobre todo en una época del año que es complicada para poder continuar con las escuelas deportivas, ya que en esta época es difícil encontrar recintos que alberguen a los clubes”, señaló.
En la oportunidad, se mostró esperanzado en que el proceso de venta finalice con la reapertura del centro y la continuidad de giro. “Estamos esperanzados en que ojalá se abra una puerta y haya un comprador. Que alguna institución llegue a un acuerdo con la empresa, para que el Club de Campo Leñadura reabra nuevamente sus puertas. Sobre este tema el funcionario aseguró que esto tendrá un gran impacto en los clubes deportivos.
El cierre del recinto se realizó este sábado, con la presencia de funcionarios y socios.
En este contexto se realizó una despedida simbólica que contó con la presencia de cerca de 15 personas quienes vieron el proceso de instalación de las alarmas y de cierre definitivo de puertas.
La empresa
Amparo Cornejo, gerente Asuntos Públicos y Gubernamentales de Methanex, informó que se finiquitaron diez trabajadores, que estaban con contrato y 11 profesores que estaban a honorarios. “Esperamos terminar hoy (ayer) el pago de finiquitos”, explicó la ejecutiva.
Agregaron que tras el cierre del complejo el proceso de venta se iniciará prontamente y lo conducirá la empresa Colliers.
Si bien no quiso referirse a la tasación del complejo señaló “sin embargo cuando se inicie el proceso de venta, las bases de la licitación incluirán información sobre su monto mínimo y las condiciones de la misma”.
En tanto que, en una entrevista previa, afirmaron que “ésta ha sido también una decisión difícil para Methanex y para nuestros empleados que construyeron el club, pero es una decisión inevitable considerando que no se financiaba”.
En este sentido insistieron en que “la disolución club no representa el fin de los programas de Responsabilidad Social de Methanex en la región. Este año a pesar de estar detenida nuestra operación, entregamos becas completas a estudiantes universitarios de la región. Además entregamos 5.000 ampolletas eficientes a dirigentes de las Uniones Comunales de Punta Arenas, beneficiando a mil hogares”.