
Las dos profesionales guían a los estudiantes en la investigación que ya está inscrita para participar en la próxima Feria Antártica Escolar y en el Congreso Regional Científico Escolar, eventos que se desarrollarán en el mes de octubre.
El equipo de jóvenes científicos tiene la mirada puesta en un objetivo: conocer las capacidades de la turba que abunda en Magallanes para absorber derrames de combustibles, y extender luego su estudio a las especies vegetales antárticas que podrían cumplir la misma tarea en el continente blanco.
Para eso salieron a recolectar turba al sector de San Juan, y tras un proceso de deshidratación en el laboratorio la usan como filtro para limpiar agua mezclada con distintos contaminantes. Los resultados hasta ahora son auspiciosos, al conseguir prácticamente un cien por ciento de recuperación del agua contaminada.