Por producción y almacenamiento de material pornográfico explícito con menores de edad, fue formalizado ayer el profesor de enseñanza básica Alfredo Alexis Díaz Apata, de 31 años, quien hasta hace unos días se desempeñó como profesor de cuarto básico del Liceo Experimental de la Universidad de Magallanes (Umag).

El imputado fue detenido cerca de las 18.40 horas del sábado por efectivos de la Policía de Investigaciones (PDI), tras la denuncia del conserje del establecimiento educacional, quien encontró en su casillero unos discos compactos. Éstos, contenían imágenes y fotografías que mostraban a menores, de entre siete y nueve años, teniendo sexo oral y anal entre ellos y con adultos, entre los cuales está el imputado.

Según la jefa de la Brigada de Delitos Sexuales y Menores (Brisexme) de la PDI, comisario Cecilia Núñez, se están llevando a cabo múltiples indagaciones debido a que el sujeto podría tener conexiones en varias regiones del país. Respecto de las pruebas, la funcionaria manifestó que sale su rostro y el de los menores. “La verdad es que son muy fuertes. Pese a que somos oficiales especialistas en estas materias, nos impactó mucho. Son niños, solamente varones”, agregó.

Por su parte, el fiscal Juan Agustín Meléndez destacó que es un individuo cuya labor es formar a menores de cuarto básico, de menos de 10 años. “Se trata de un caso muy fuerte en el que está involucrado un profesor, al que se sorprendió con material pornográfico infantil, en algunas fotografías aparece el mismo realizando actividades de sexo explícito con menores de edad”.

El pervertido habría llegado a Punta Arenas en febrero de este año desde Arica, por lo que las indagaciones en estos momentos apuntan a identificar a los menores y establecer si alguna de las víctimas pudiera ser de la región. 

“Estableciendo la identidad del menor, como víctima, efectivamente podría ser un delito de violación en la medida que se acredite que tiene menos de 13 años, y este delito tiene una pena más alta. Sería un conjunto de varios delitos”, explicó el fiscal.

Según informaciones, tras ser despedido del liceo viajó a Puerto Natales, donde fue alertado por una ex colega que era buscado por la policía. De vuelta en Punta Arenas, Díaz Apata procedió a borrar la información que tenía en su notebook y se dirigió a las dependencias de la PDI para “colaborar” con la investigación. Gigante fue su sorpresa cuando vio que peritos informáticos recobraban desde el disco duro todas las imágenes que astutamente había eliminado. En total, se requisaron cerca de 60 discos con material pornográfico.

Se destinaron 90 días para la investigación, a fin de esclarecer la identidad de los menores y su posible vinculación con redes de pornografía infantil.