
En primer término sostuvo que “no es cierto que el proceso contra el sacerdote Karadima lo haya comenzado el primer denunciante el año 2003. Éste manifestó expresamente que no era su intención iniciar un procedimiento eclesiástico. Por lo demás, los procesos en la Iglesia no los inicia el denunciante, sino el Obispo, una vez concluida la fase investigativa”.
Además, sentenció que “es totalmente falsa la intervención que el dr. Hamilton me atribuye en la causa de nulidad de su matrimonio. Jamás intervine para que se le pidiera la firma de una declaración reñida con la verdad: ni esa declaración, ni ninguna otra”.
Sobre el dictamen de la ministra Jessica González en 2009, donde afirma en su sentencia que había pagado 500 millones de pesos para impedir la publicación de un libro que lo calumniaba, expresó que “nunca he pagado dinero alguno para impedir la publicación de ningún libro. Por lo demás, nunca he tenido tanto dinero”.