
El hecho ocurrió cerca de las 21 horas del mismo día, cuando Juan Alejandro Ruiz Varas, de 39 años, realizó el sangriento ataque a tres personas. Mario Rodolfo Wolf Blanco fue una de sus víctimas; las otras, Claudio Sandoval Antilef y Carola Barría Guerrero, quedaron con heridas de gravedad.
Ayer, desde su domicilio ubicado en la intersección de las calles Zenteno con el pasaje Armando Barría, en la Población Manuel Bulnes, salió el féretro de Wolf en dirección al Santuario María Auxiliadora-Don Bosco, donde cerca de 500 personas, entre familiares, amigos y conocidos, le brindaron la despedida. Tras la misa, el padre Mauricio Jacques, párroco de María Auxiliadora, señaló que este tipo de hechos son irracionales. “Es doloroso que estas cosas pasen en Punta Arenas, sobre todo porque hay familias involucradas y que están sufriendo. Llama la atención la violencia que existió en este caso, el daño que le provocaron a la mujer involucrada. Por esto invitamos a reflexionar, ya que estamos perdiendo nuestro valor, lo que es la razón. No se puede tomar la justicia por nuestras propias manos quitando la vida”.
Desde el Santuario María Auxiliadora, los restos de Mario Rodolfo Wolf Blanco fueron trasladados hasta el Cementerio Municipal, donde se vivieron escenas de profundo dolor. En el lugar, Daniel Aravena, amigo de Mario, recordó cuando realizaron el servicio militar juntos: “Mucho dolor y tristeza, un amigo muy querido. En el servicio militar era amigo de todos, le teníamos mucho aprecio. Nadie se espera que pasen estas cosas, se desea lo mejor a los amigos y fue una noticia lamentable”.
En el cortejo fúnebre, alumnas del Liceo María Auxiliadora, compañeras de una de las hijas de Mario Wolf, se mostraron afectadas por lo ocurrido. Javiera Barría señaló que son momentos en que tienen que acompañar y apoyar a su amiga. “Hemos conversado harto con ella y está súper afectada, así que tenemos que apoyarla en todo”.
Durante el funeral se pudo observar presencia policial, debido a que en la capilla del mismo camposanto se estaba realizando el velatorio de su agresor, Juan Alejandro Ruiz Varas. Por este motivo se decidió que las puertas del lugar se abrieran pasadas las 18.00 horas, posterior a la salida de los familiares y amigos de Wolf Blanco, con el fin de evitar cualquier tipo de incidentes, lo cual no sucedió.
Fue así que entre las 18 y las 20 horas, Ruiz Varas fue acompañado por su familia y amigos, quienes mostraron su pesar e incredulidad por lo sucedido.
Los restos serán cremados hoy en el mismo recinto, para posteriormente ser lanzados al Estrecho de Magallanes, según su decisión en vida.