
El Gobierno británico confirmó ayer la privatización del histórico servicio de correos Royal Mail, fundado en 1516, con la próxima salida a Bolsa, en lo que se considera la venta más importante de una empresa pública desde los años 80. En un comunicado remitido ayer a la Bolsa de Londres, el Ejecutivo de coalición -formado por conservadores y liberaldemócratas- informó de que el servicio cotizará en el parqué en las próximas semanas y que se ofrecerá una participación mayoritaria.
La entrega a manos privadas del emblemático Royal Mail, un servicio que ni la ex primera ministra Margaret Thatcher se atrevió a vender, será posible tras la aprobación en 2011 de la ley de Servicios Postales, que daba el visto bueno a la privatización.
La venta, ya adelantada el pasado julio en el Parlamento por el ministro británico de Empresa, Vince Cable, presagia una ola de huelgas por parte de los trabajadores de correos.