
Los diplomáticos añadieron que Rusia y Estados Unidos seguían negociando aún un puñado de asuntos sin resolver, incluyendo detalles de cómo serían destruidas las armas químicas. Las fuentes hablaron a condición de preservar el anonimato porque las negociaciones han sido privadas.
El secretario de Estado norteamericano John Kerry y el canciller ruso Serguei Lavrov se reunían en las próximas horas para tratar de superar las diferencias persistentes, dijeron funcionarios.
Los diplomáticos hicieron estas declaraciones un día después que el vicecanciller ruso dijo que las negociaciones superaron un gran obstáculo y que convinieron que la resolución incluya una referencia al Capítulo 7 de la Carta de la ONU, que permite acciones militares y no militares para promover la paz y la seguridad.
El portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, no confirmó que se había llegado a un acuerdo sobre una resolución.
“Hemos logrado buenos avances”, dio Carney. “Esperamos que esto sea resuelto y que el proceso progrese rápidamente”.
En Moscú, el vicecanciller Serguei Ryabkov ofreció proveer tropas para proteger las instalaciones en las que se destruirían las armas químicas sirias.
Los cinco miembros del Consejo de Seguridad que tienen poder de veto —Francia, Gran Bretaña, Rusia, China y Estados Unidos— han discutido durante semanas el texto de una nueva resolución que requiere desmantelar dicho arsenal.
La intensa actividad diplomática es respuesta a un ataque del 21 de agosto con gases venenosos que mató a centenares de civiles en un suburbio de Damasco, y a la amenaza del presidente estadounidense Barack Obama de atacar Siria como castigo.
Después que Kerry dijo que el presidente sirio Bashar Assad podía evitar una acción militar estadounidense entregando “hasta la última pieza de sus armas químicas” a control internacional en el término de una semana, el Gobierno de Assad y Rusia, su aliado más importante, accedieron rápidamente a una amplia propuesta.