
Valenzuela explicó que “la meta del Gobierno es incluir 310 fármacos con estas características. Cuando ello ocurra, se triplicaría en un año la cantidad de bioequivalentes, entre 2012 y 2013”, dijo.
Que un medicamento sea bioequivalente, significa que tiene garantizada su calidad, eficacia y seguridad y ha cumplido con las “buenas prácticas de manufactura”, además de validar sus procesos de fabricación.
De los 250 fármacos certificados, 120 de ellos son exigidos en el Petitorio Mínimo de Farmacias, es decir, el 48% de ellos deben estar a disposición del público. En caso de que las personas, no los encuentren a la venta, la autoridad sanitaria “llama a los pacientes a que dejen su denuncia en el libro de reclamos, haciendo uso de sus derechos”.
De los estudios que se han ingresado al ISP, a la fecha, 44 de ellos fueron rechazados por la autoridad sanitaria, dado que las documentaciones de estos productos “no fue presentada adecuadamente, los resultados obtenidos, no permitieron demostrar la equivalencia terapéutica”, confirmó el Instituto.
Del total de estas 44 resoluciones, 22 corresponden a productos que estaban registrados y solicitaron condición de bioequivalencia. Los otros 22, son medicamentos que por primera vez estaban solicitando ante el ISP, su registro sanitario.
Para la doctora Valenzuela, “antes no existía este proceso de bioequivalencia. Recordemos que la gran virtud de ella, es que exige que científicamente el medicamento sea intercambiable con el innovador. Estos fármacos habían demostrado en documentación que estaba todo en regla, pero el estudio de bioequivalencia logró detectar que hubo fallas en el proceso y esos que comenzaron en 2009, lo permitieron”, aclaró.
De toda formas, la especialista indicó que estos fármacos “no significan un riesgo para la salud de la población pero sin embargo no cumplen con todos los requisitos que exige ser un medicamento bioequivalente. Se trata de medidas más bien de carácter administrativo que no han cumplido”, dijo.
Un estudio entregado meses atrás por el Sernac arrojó que sólo un 23% de los medicamentos bioequivalentes se puede encontrar en las farmacias.
El informe reveló también los precios de medicamentos bioquivalentes para evaluar que la real magnitud del ahorro y orientar a las consumidores en esta compra.
Se compararon los precios de los medicamentos respecto a productos farmacéuticos de referencia en una muestra de farmacias, tres principales cadenas de locales del sector oriente de la región Metropolitana.
Sólo tres de los 74 medicamentos bioequivalentes definidos por el ISP estuvieron presentes en todos los locales.
En tanto, un medicamento bioequivalente puede llegar a costar casi 20 veces menos que un medicamento de marca.
De acuerdo a los detalles, las Farmacias Ahumada muestra la mayor presencia de medicamentos con un total de 26 productos, mientras que Cruz Verde cuenta con 14 bioequivalentes y Salcobrand con 11.
Otra diferencia importante se registra en el medicamento Meticorten de 5 mg, 20 comprimidos de laboratorio Merck Sharp & Dohme que tiene un precio mínimo de $ 6.470, mientras su Bioequivalente Prednisona de 5 mg, 20 comprimidos de Laboratorios Chile cuesta un mínimo de $ 600. Esto es, un consumidor se podría ahorrar hasta un 978% o $ 5.870 si eligiera el producto Bioequivalente.