El Presidente de EE.UU., Barack Obama, urgió ayer a los republicanos a “reabrir” la Administración federal y poner fin a lo que llamó “una cruzada ideológica” del partido opositor contra la reforma sanitaria. El mandatario confirmó que algunas de las actividades de la administración están paralizadas desde hoy por falta de fondos, y alertó de que cuanto más dure ese cierre, “peores” serán sus efectos.

“Han cerrado el gobierno por una cruzada ideológica para denegar seguro médico asequible a millones de estadounidenses”, acusó Obama a la oposición republicana.

El Presidente, con semblante muy serio y gestos severos, hizo ayer su primera comparecencia pública en directo en la Casa Blanca desde que, en la pasada medianoche local, se viera obligado a decretar el cierre del Gobierno por la falta de un acuerdo en el Congreso para aprobar el presupuesto, en medio de los intentos de la oposición republicana de ligar cualquier partida presupuestaria a un retraso de la reforma sanitaria que constituye el principal programa de Obama.

En este sentido, Obama reiteró su negativa a negociar ante “demandas insensatas”.