La Presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, afirmó ayer que “todo indica” que los gobiernos de Estados Unidos, Canadá, Reino Unido, Australia y Nueva Zelanda -además de “miles de empresas” de esos cinco países- tienen “amplio acceso” a los datos recabados en su país por la Agencia Nacional de Seguridad (NSA). “Es urgente que EE.UU. y sus aliados cierren sus acciones de espionaje de una vez por todas”, afirmó Rousseff en su cuenta de Twitter, en la que señaló que las nuevas denuncias “confirman” que esa práctica está motivada por “razones económicas y estratégicas”.Las nuevas denuncias, difundidas el domingo por la televisión Globo, indican que Estados Unidos colaboró con Canadá para espiar las comunicaciones del Ministerio de Minas y Energía de Brasil.
Rousseff afirmó que el Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil “exigirá explicaciones” a Canadá, porque hay indicios de “intereses canadienses en el área de minería”.
“El espionaje atenta contra la soberanía de las naciones y la privacidad de las personas y de las empresas”, afirmó la mandataria, que también ordenó que el ministerio de Minas y Energía realice una “rigurosa evaluación y refuerzo” de la seguridad de sus redes.
