
Turquía eliminó ayer la norma que desde 1982 prohibía usar el velo a las empleadas en la Administración pública, una medida considerada democratizadora por el Gobierno pero que es vista por algunos sectores como un paso hacia la islamización del país. “Esas limitaciones violaban la libertad de pensamiento y culto, el derecho al trabajo y eran discriminatorias”, anunció el pasado día 30 el primer ministro, Recep Tayyip Erdogan, cuando presentó un paquete de medidas “democratizadoras”. El decreto publicado hoy en el Boletín Oficial modifica la normativa relacionada con la vestimenta personal de los empleados públicos en sus puestos de trabajo, impuesta en 1982 por el Gobierno militar, dos años después de un golpe de Estado.