
Las autoridades de la ciudad de Foshan, situada a 20 kilómetros al sudoeste de Catón, han clausurado un matadero clandestino y 33 comercios del mercado Los Tres Pájaros de Dalí. “Se practicaron algunas detenciones en el matadero, aunque desconocemos cómo han acabado los implicados”, asegura Javier Moreno, portavoz de Igualdad Animal. La noticia saltó a los informativos chinos el pasado 18 de septiembre.
Imágenes muestran las descargas de los perros y los gatos que, encerrados en pequeñas jaulas de alambre, eran lanzados desde lo alto de los camiones, algo que provocaba heridas y fracturas de huesos o la muerte por aplastamiento de crías que habían nacido durante desplazamientos desde el norte del país. Además de maltratar a los animales, los comercios no cumplían con las normas sanitarias y no pudieron presentar los certificados de origen de los animales. Se sospecha que la mayoría de los animales procedía de la calle o habían sido robados.
Los miembros de la organización aseguran que los comerciantes suministraban carne a restaurantes de la zona. En China no está prohibido comer carne de perro o gato, pero cada vez es menos frecuente.