Estudio del Injuv revela que compra de una vivienda y el financiamiento de la educación están entre las principales motivaciones del ahorro. Un comportamiento mayoritariamente propenso al ahorro entre los menores de 30 años revela el estudio “Endeudamiento y conocimiento del sistema financiero”, elaborado por el Instituto Nacional de la Juventud (Injuv).

El informe consideró 1.001 entrevistas a jóvenes entre los 18 y 29 años a lo largo del país, en que el 53% de los encuestados reconoce que posee algún tipo de ahorro.

De quienes se preocupan por generar esta reserva, el 33% señaló que lo hace para adquirir una propiedad, el 30% para cubrir emergencias y el 13% pretende destinar el dinero a educación.

El 68% de quienes ahorran lo hace a través de bancos e instituciones financieras, mientras que el 31% prefiere mantener el dinero en su hogar.

En la determinación del nivel de ahorro la mayoría de los jóvenes (46%) declaró que guarda sólo lo que le sobra, en tanto el 41% reconoció que se preocupa por reservar siempre el mismo monto.

La encuesta de la Injuv estimó que en la generación de estos recursos, el 38% cuenta con un trabajo estable, mientras que el 32% accede a una renta a través de sus familiares.

Gran parte de estos montos son destinados a servicios básicos, como alimentación (42%), estudios (32%) y transporte (28%).

Según Ernesto Livacic, ex superintendente de Bancos e Instituciones Financieras (SBIF), “los resultados de la encuesta causan sorpresa”.

Livacic indicó que se requiere un análisis más detallado de la medición y cómo esta se contrapone frente a la realidad crediticia que enfrentan los jóvenes de acuerdo con su respectivo estrato social.

Según la medición, la mayor tasa de ahorro que exhiben los jóvenes se combina con un relativamente menor nivel de deuda, ya que el 37% de los consultados señala poseer algún crédito o préstamo con el sector financiero.

De éstos, la mayoría (43%) corresponde a créditos universitarios, seguidos por compromisos con casas comerciales (39%) y créditos de consumo (30%). El 79% estimó que se debe limitar el acceso a tarjetas de crédito para quienes no poseen un trabajo.

Un cuarto de los encuestados reconoció tener tarjeta bancaria, mientras que el 27% señaló contar con un plástico de multitiendas o supermercados.

El estudio también destaca la independencia de los jóvenes para hacerse cargo de su deudas, ya que el 76% se autoidentificó como el encargado de saldar los pasivos contraídos. Otro 13% adjudicó a sus padres dicha labor.

En esta línea, en su mayoría, los jóvenes dicen acceder con su nombre a la adquisición de créditos (46%), mientras que el 25% indicó que en algún momento ha dejado de pagar sus cuotas.

Una importante mayoría (65%) de los encuestados señaló no tener actualmente retraso en el pago de sus cuotas, en tanto el 29% reconoció no estar al día.

Para Alejandro Alarcón, ex gerente general de la Asociación de Bancos e Instituciones Financieras (Abif), los jóvenes con más de 20 años, “han aprendido a apreciar lo que es un mercado de capitales. No sólo se han instruido en endeudarse, sino también en el ahorro, gracias a que ahora existe una gran cantidad de instrumentos financieros”.

En esa línea, agrega que “se necesita dar mayor prioridad al proyecto de deuda consolidada, ya que es una iniciativa fundamental para que la gente pueda endeudarse con prudencia”.