En un segundo juicio oral, la justicia declaró inocente a una empleada de casa particular que en principio fue condenada a 541 días de presidio por el delito de hurto simple. El abogado defensor de Joyce Valdebenito Díaz, de 35 años de edad, Pablo Santander, recurrió a la Corte y dicha instancia anuló el primer juicio. En el nuevo proceso, los magistrados encontraron inocente a la mujer, de sustraer joyas desde la casa de su empleador.
Santander estimó que las pruebas eran “inexactas, vagas, meramente sospechas de su empleador, sin ninguna evidencia concreta de su participación”. En su momento tildó como “peligroso para la gente de de la calle” el veredicto, aduciendo que para que una persona sea condenada se necesitan pruebas serias que no dejen lugar a dudas de que una persona cometió el delito. En el nuevo juicio, el tribunal oral por votación unánime absolvió “porque las pruebas siempre, siempre fueron insuficientes y carentes de todo tipo de seriedad” remarcó el defensor público.
La mujer siempre se declaró inocente, “pero por el hecho de ser empleada particular nadie le creyó, operó bastante la discriminación, el prejuicio por ser la empleada”, estima Santander, para quien “este es un fallo importante para los trabajadores del país, para las personas que trabajan en un lugar y que se le acusa de hurto.