
Construida hace 150 años, la cúpula llevaba sin renovarse más de medio siglo, puesto que la última vez que se emprendió su restauración fue entre 1959 y 1960 y durante este tiempo ha ido acumulando diferentes desperfectos.
“Desde la distancia, la cúpula tiene un aspecto magnífico... pero más de cerca, bajo la pintura, el paso del tiempo y el clima han dejado su huella”, afirmó el actual arquitecto jefe del Capitolio, Stephen Ayers.