Finalmente la causa se resolvió a través de un procedimiento abreviado, donde ambos acusados admitieron responsabilidad. Para arribar a esta instancia el fiscal rebajó su pena inicial a cinco años y un día de cárcel, pero el juez rebajó la pena aún más, a tres años y un día de presidio, que fue finalmente la sanción impuesta, pero no le otorgó beneficios extracarcelarios, como pretendía la defensa.
La madrugada del 22 de julio, los imputados abordaron un taxi en calle Magallanes (entre Croacia y Sarmiento). Se acomodaron en el asiento trasero del vehículo y le pidieron un traslado a la Villa Alfredo Lorca. Al final del recorrido Muñoz intimidó al chofer con una piedra que llevaba en sus manos y amenazó con matarlo. Buscaron dinero y Hernández bajó del taxi, e intimidó a la víctima con otra piedra, quien logró hacer un llamado de auxilio vía radial. Los imputados lanzaron piedras al auto y escaparon, pero fueron detenidos gracias al apoyo de otros taxistas.