Encabezados por la Coordinación Regional de Seguridad Pública y por el Centro de Apoyo a Víctimas (CAVD), ambos dependientes del Ministerio del Interior, instituciones como la Seremi de Salud, Sernam, Sename, Senama, CAVI de la Corporación de Asistencia Judicial, Policía de Investigaciones (PDI), Carabineros y el Servicio Médico Legal (SML), informaron a la comunidad respecto a la labor que se realiza cuando surge una víctima directa o indirecta de un ilícito, donde la principal preocupación de la RAV es evitar la victimización secundaria, el bienestar de los afectados y el trabajo sistematizado entre todos los organismos.
En este sentido se difundió entre los asistentes a Zona Franca los programas de apoyo que existen en la región para ayudar a las víctimas a superar los lamentables hechos vividos, y que el proceso para lograr ese objetivo sea digno y respetuoso.
El coordinador regional de Seguridad Pública y encargado de la RAV, Ricardo Chavarría, afirmó que “es muy importante que la comunidad conozca los derechos que posee cuando es víctima de un delito, porque existe una red de instituciones que trabajan en esta materia, y que su deber es ayudar a los afectados a superar la pésima experiencia vivida”, manifestó la autoridad, agregando que “muchas veces se habla de que existen sólo los derechos de los delincuentes, pero las víctimas también tienen derechos, y lo importante es que toda la comunidad los conozca para que los ejerza, y por ello estamos realizando esta actividad”, explicó.
La encargada regional del CAVD, Natacha Oyarzún manifestó que “la feria efectuada tiene por finalidad dar a conocer el rol de los distintos organismos que componen esta Red que apoya a las víctimas de delitos”, subrayando que “la RAV tiene por propósito articular a los organismos para dar la mejor atención a las víctimas de delitos, de manera de utilizar de forma eficiente y eficaz los recursos”, detalló la abogado.
La RAV está compuesta por la gran mayoría de los servicios públicos que de alguna forma interactúan con las víctimas directas o indirectas de un delito, y ante lo cual se busca un trabajo coordinado y una derivación correcta del afectado según sus requerimientos, además de crear consciencia al interior de esos organismos y en todo el aparato público, sobre lo necesario del trato digno que deben recibir las personas que han sufrido un ilícito, evitando hacer preguntas que no corresponden porque hacen revivir el hecho innecesariamente, utilizar un lenguaje inadecuado al entablar un diálogo, o generar una experiencia médica o de peritaje poco empática, entre otros aspectos que profundizan el daño causado por el delito, y que se convierte en Victimización Secundaria.