
Segunda para él, cuarta para Williams
El Liceo Donald McIntyre lleva 13 años ofreciendo un taller de medio ambiente a los menores de quinto y sexto básico, gracias a la iniciativa del Programa de Conservación Biocultural Subantártica dirigido por el profesor Ricardo Rozzi. La intención era que aquel conocimiento generado por científicos aliados a la Universidad de Magallanes y North Texas, y al Instituto Milenio de Ecología y Biodiversidad, llegara a los escolares, para que pudieran valorar su entorno desde pequeños, y conservarlo mejor cuando grandes.
Y al parecer, el apoyo de investigadores de talla mundial, la riqueza de una zona única en el planeta y la perseverancia de los profesores del liceo, dan la suma perfecta, porque este pequeño establecimiento público le ha ganado 4 veces a todos los colegios de la región, y una vez a los de todo Chile. Ahora fue el trabajo del mismo Francisco Olivares, acompañado por Fernando Saldivia, el que obtuvo el primer premio de la categoría Enseñanza Media, en el Congreso Regional Científico Escolar de Explora Conicyt. Y otra vez fue con los invertebrados de agua dulce.
Como científicos
Francisco y Fernando estudiaron durante un año, el comportamiento de los insectos acuáticos del río Ukika, en relación a los períodos lunares. Allí se quedaron varios días y noches, observando y midiendo las diferencias de desplazamiento río abajo en luna nueva, llena, creciente y menguante, hasta llegar a los resultados y la claridad mental que sorprendieron a los jueces. Ambos ahora están concentrados en el XIV Congreso Nacional, que se efectuará a fines de noviembre en Picarquín, R egión de O’ Higgins. Y en su participación como monitores en la Feria Antártica Escolar que realizada entre el 24 y 26 de este mes en Punta Arenas, con estudiantes de todo Chile. Por primera vez, escolares integrarán el grupo de científicos.
Para su profesor del liceo, Fernando Saldivia, aquí se ve que el aislamiento también puede ser una fortaleza, porque la falta de recursos desarrolla la creatividad, la imaginación y el deseo de superar los obstáculos. La doctora Tamara Contador de la Universidad de Magallanes, que ha dirigido este trabajo desde sus inicios, asegura que los niños se merecen estos reconocimientos, por el trabajo disciplinado y sistemático que hay detrás.