
Al escuchar la expresión República Independiente de Magallanes, sabiendo que el 70 por ciento de lo que consumimos como alimento proviene del norte del país, uno piensa, al menos, que se trata de una expresión relativa. Y si uno se pone pesimista, y piensa en un paro nacional que detiene el flujo de camiones, o en una guerra que empeora ese panorama, al menos, se preocupa.
Más allá de esa preocupación, pero en virtual consonancia, está la idea de un Ingeniero Agropecuario en Ejecución y una Químico Ambiental de la Universidad de Magallanes. Ambos llevan a cabo un proyecto que postularon al Fondo de Innovación para la Competitividad Regional 2012, y que ganó $ 39.500.000. Su nombre es “Diseño y estudio de factibilidad de operación de una granja autosustentable, localizada en zonas aisladas”.
Autárticos y pioneros
Un sistema sustentable o sostenible es aquel que puede mantenerse en el tiempo por sí mismo, sin ayuda exterior y sin que escaseen los recursos existentes. Es lo que en economía se conoce como autarquía o autosuficiencia.
Vital en zonas aisladas, de las cuales la Región de Magallanes y Antártica Chilena está plagada; zonas que, en la práctica, no están integradas al territorio nacional. Y ese es el fin último de este trabajo: mejorar e incentivar el poblamiento en áreas apartadas de los centros urbanos, y desarrollar allí nuevos emprendimientos, para integrarlas en forma efectiva.
Existen diferentes actores interesados en el desarrollo de modelos como el que se propone: parceleros que viven de la producción hortícola de sus huertos; estancieros que viven gran parte del año en campos aislados; empresarios turísticos que gastan sumas extremas en petróleo para sus generadores, incluso ciudadanos que, disfrutando de todas las comodidades que la urbanización le ha dado, están interesados en evitar el excesivo pago de cuentas, cuidar el medio ambiente mediante el reciclaje, y ser autosuficiente.
Un lugar donde nada básico falte
Una granja autosustentable es una extensión mínima de tierra en donde, a través de la utilización eficiente de tecnología y recursos, se logra un sistema de vida independiente. Allí se sabe cómo generar energía alternativa, colectar agua potable, tratar los desechos, producir hortalizas y criar animales menores para el consumo interno y para la venta de sus excedentes a un mercado externo. Con todo esto, una familia de cuatro personas debería poder tener un estándar de vida confortable.
¡El diseño debe ser replicable en zonas aisladas, por lo tanto, el proyecto implica estudiar qué tan factible es que pueda operar. Y para ello se está implementando una granja en la Provincia de Última Esperanza. Los resultados permitirán conocer mucho más de nuestra región y, por supuesto, de las posibilidades que tenemos a futuro.