La víctima fue encañonada con una pistola que finalmente resultó ser de fogueo. Momentos de terror vivió la tarde del 23 de agosto pasado. Luego de cerrar la investigación, el fiscal Eugenio Campos presentó acusación en contra de Juan Carlos Guajardo Guajardo y Abraham Isaías Maldonado Montecinos, a quienes imputa el delito de robo con intimidación, y pide para cada uno penas de 10 años de cárcel efectiva, sin beneficios.
De acuerdo a las indagaciones que realizó con la policía, y que serán la base de los antecedentes que en su momento presentará en el juicio oral, el fiscal estableció que la tarde del 23 de agosto pasado, estas personas ingresaron al local comercial de calle Enrique Abello Nº 023, el “Kiosco”, ubicado frente al Unimarc de Avenida España, el que en ese momento era atendido por su dueña.
Los acusados simularon ser clientes y uno de ellos, Guajardo sacó a relucir un arma tipo pistola para intimidar a la mujer: “Hagámosla cortita, hagámosla cortita y pasa toda la plata”, le indicó, estando acompañado de Maldonado. Encañonaron a la víctima, que simulaba ser de fuego. De esta manera, los imputados le exigieron la entrega de dinero en efectivo, el que tomaron ellos mismos y metieron en una bolsa plástica, tanto monedas como billetes. Abrieron la caja para robar el dinero y aprovecharon de registrar otros cajones y muebles en busca de más dinero. La mujer, que en esos momentos estaba aterrada, volvió a ser intimidada por los sujetos, quienes señalaron: “Sabemos que tienes más plata, sabemos que tienes más, hagámosla cortita”, y volvieron a registrar antes de emprender la fuga.
La víctima denunció rápidamente lo sucedido y una patrulla de motoristas de Carabineros llegó al lugar, logrando alcanzar al taxi que abordó la pareja. El chofer se detuvo ante los requerimientos policiales y él mismo les indicó que uno de los pasajeros había arrojado algo debajo del asiento. Era el arma que utilizaron para el asalto, la que resultó ser de fogueo. A Maldonado le encontraron portando el magro botín de 40 mil pesos.
Los detenidos partieron delinquiendo desde que eran menores de edad, registrando condenas previas.