Producto de la baja cantidad de habitantes, cada accidente en Magallanes tiene un mayor impacto en la tasa. En 5,3% aumentaron los accidentes laborales durante el año 2012. De acuerdo con los antecedentes dados a conocer por la Superintendencia de Seguridad Social (Suceso), en la Región de Magallanes se registraron 1.797 accidentes en dicho período.
Al comparar este indicador con lo que sucedió el año 2011, en que se registraron 1.707 accidentes laborales, se observa un aumento en 90 incidentes.
De acuerdo con el informe del organismo, los accidentes laborales fueron 1.495, en tanto que los accidentes de trayectos fueron 302 durante 2012.
Al ser consultado sobre esta materia, el seremi del Trabajo, Víctor Haro, sostuvo que “nuestra región históricamente tiene un promedio superior mayor al índice nacional”.
Explicó que esto se produce por distintas razones.
“Se consideran los factores climáticos, e incluso que el volumen de población o de trabajadores hace que uno o dos accidentes aumenten considerablemente el porcentaje”.
En la oportunidad, el secretario regional sostuvo que como Gobierno han impulsado distintas actividades de difusión de la normativa laboral, con el objetivo de que los trabajadores de los distintos sectores conozcan los alcances de la normativa y la importancia de prevenir.
“Se está tomando una serie de medidas de difusión, apoyando fuertemente los proyectos de ley que el Gobierno ha enviado al Congreso y existen mesas regionales de seguridad en la que hemos recogido las inquietudes, tanto de trabajadores como de empresarios y de las mutualidades (organismos administradores de los accidentes del trabajo), de forma tal que sus aportes sean incorporados a lo que es la discusión parlamentaria, que se realiza en ambas cámaras”, dijo el secretario regional ministerial.
En este sentido, insistió en que como Gobierno está realizando los esfuerzos para mejorar el nivel de conocimiento sobre normativa de seguridad laboral y social de los trabajadores magallánicos.
Mientras más manejen estas temáticas, mayor preparación tendrán para exigir sus derechos en cuanto a seguridad en el trabajo, previsión y remuneraciones dignas, explicó la autoridad.
“Si bien la tasa de accidentabilidad regional está por sobre la media país, y debemos reducirla, no se saca nada con tener una estadística baja debido a que todos los accidentes no se denuncian. Eso sería engañarnos. Para mejorar, tenemos que conocer bien nuestra realidad y respecto de ello hacerle frente”, remarcó Haro durante una actividad de difusión.
Seguridad laboral
Con el objetivo de reducir la tasa de accidentes laborales, en mayo de este año se promulgó una ley que cambió el Sistema de Seguridad Laboral.
Las principales modificaciones que se introdujeron a la ley de seguridad laboral están relacionadas con la prevención, en que se busca fortalecer las actividades de prevención que desarrollan las entidades administradoras del seguro y los empleadores, para lo cual se introdujeron nuevos instrumentos de prevención para las empresas medianas y pequeñas.
Las propuestas incluyen desde la autoevaluación de riesgos y mapas de riesgos para empresas con más de 10 trabajadores, hasta contar con un Departamento de Prevención de Riesgos en todas las empresas con más de 100 trabajadores, incluidas entidades públicas.
Además, se estableció la eliminación de la distinción obrero-empleado, que perjudica a aquellos calificados como “obreros”, quienes sólo pueden recibir atención médica del seguro en los establecimientos hospitalarios públicos.
Otro eje de esta normativa es mejorar la calidad de la protección económica del seguro, y corregir discriminaciones (especialmente contra las mujeres) que existen en la estructura actual de beneficios.
En ese sentido, se asegura que el monto de las pensiones de invalidez por accidentes del trabajo y enfermedades profesionales no disminuya cuando el beneficiario deba pensionarse por vejez en el Sistema de Pensiones.
Finalmente, se busca aumentar la intensidad y efectividad de la fiscalización de cumplimiento de normas de seguridad y salud en el trabajo, ya que una fiscalización oportuna y con el enfoque adecuado, ayuda a promover una cultura de cumplimiento de las normas.