Los fines de semana mucha gente se traslada al sector norte, pasado el aeropuerto, a disfrutar de un día de camping. El problema no es ése, sino el retorno. Cuando los paseantes vuelven a la ciudad sin dejar limpio el lugar. Incluso la mayoría abandona bolsas llenas de basura, que después de ser destruidas, el viento se encarga de la segunda parte.
Cerrar el parque
El jefe de Aseo y Ornato de la Municipalidad de Punta Arenas, Mario Almonacid, es partidario de replicar la experiencia del Parque María Behety y aplicar un cierre perimetral al Parque Chabunco. “Para el próximo año tengo la intención de poder ocupar uno de los proyectos ejecutados por alumnos de la Universidad de Magallanes”, señaló, sin ahondar en el tema. Por lo pronto no entiende la actitud de la gente, que insiste en lo mismo. De ahí que la única fórmula de solución que vislumbra es la del cierre.
En ocasiones anteriores se ha planteado la posibilidad de establecer una portería y cobrar una entrada. Siempre y cuando el recinto ofrezca algunos servicios, como una porción mínima de leña al ingresar al parque para que la gente no siga destruyendo los árboles. Esto tendría que ir de la mano con un cierre y un servicio de vigilancia, como sucede con los recintos a cargo de Conaf, ya sea la Reserva Forestal o Laguna Parrillar. O bien la municipalidad podría traspasar en comodato el Parque Chabunco a la Corporación Nacional Forestal, para que sean ellos quienes lo administren y realicen la mantención, como corresponde a un verdadero camping.
Ya está más que comprobado que lo gratis no se cuida.
El mismo Almonacid reconoce que “no podemos tener un equipo de gente afuera todos los días”. Desde que asumió en la municipalidad, “es la tercera vez que limpiamos el Parque Chabunco. Aseamos cada uno de los puestos y fui personalmente a supervisar los trabajos. De eso tenemos registros gráficos, con fecha, de cuando se realizó esto”.